martes, 24 de junio de 2014

La posición más importante de Brasil 2014 y la advertencia alemana

Transcurridos 40 de los 64 partidos del mundial está claro que la posición del campo que separa vencedores de vencidos es aquella del medio de contención. No cualquier tipo de medio de contención, sino el medio de contención que principalmente protege a los centrales, destruye, cierra líneas de pases y a veces también se da tiempo para crear.

A principios del Mundial parecía que la causa principal de ver más de tres goles en promedio por partido era quizá la buena suerte o la buena voluntad de los dt's. Pero tras pensarlo mucho, me parece que la causa del espectáculo es la incapacidad de varias escuadras para formar medios campos sólidos y la virtud de otras tantas que sí han hallado la fórmula correcta.

Piensen sino, por ejemplo, en el encuentro con más goles en Brasil, el Francia 5-2 Suiza: los helvéticos, expuestos a una actuación muy pobre de uno de sus dos contenciones, Valon Behrami (quien es un volante reconvertido a contención), se marchan al descanso perdiendo por tres goles ante un rival con una media pivoteada por Yohan Cabaye, Blaise Matuidi y Moussa Sissoko. Al segundo tiempo Ottmar Hitzfeld sustituye a Behrami por su compañero en el Nápoles, Blerim Dzemaili (quien es contención puro), y Suiza recibe otros dos goles pero descuenta con dos. 3-0 al primer tiempo y 2-2 al segundo gracias a un ajuste en la contención.

Asimismo podría decirse que el éxito de la Concacaf estriba en dicha zona del campo: Costa Rica, Estados Unidos y México básicamente encuentran su capacidad de manejo de partido en las figuras de Yeltsin Tejeda (la revelación del torneo en mi opinión), Kyle Beckerman y Juan José Vázquez. Si Honduras parece no estar a la altura, es porque su mejor contención y capitán, Wilson Palacios, recibió una tarjeta roja cuando los catrachos aún empataban a ceros con Francia.

El mismo argumento a la inversa explica en parte la eliminación de España, Inglaterra, Croacia e Italia. Sergi Busquets y Xabi Alonso jamás llegaron al mundial, Rakitic y Modric no son destructores puros, e Inglaterra e Italia son casos dignos de mención. Las derrotas de ambas ante Uruguay consiste en la inteligencia táctica y la capacidad destructora de Egidio Arévalo sobre sus adversarios ingleses e italianos. Jordan Henderson y Steven Gerrard fallaron en los dos goles de Luis Suárez, y la lesión de Daniele De Rossi dejó a Prandelli en la necesidad de usar a Claudio Marchisio más retrasado. Si era roja la suya o no eso tácticamente no importa. Lo que importa es que Marchisio, un mediocampista sin oficio destructivo, golpea a Arévalo Ríos, un destructor que está donde debe estar.



Por todo esto me parece que Alemania, de seguir con Lahm en la contención y Schweinsteiger en la banca, será la próxima europea en marcharse pronto. El Lahm contención del Bayern funciona bien porque a Guardiola le gusta presionar muy arriba. El Lahm contención de la Mannschaft duda porque carece del oficio de Arévalo en el esquema contragolpeador de Löw. Así ocurrió en el frenético duelo ante Ghana que la tribuna disfrutó, pero que Löw seguramente padeció. Hoy en la mañana hablé al respecto con un amigo alemán y coincidió: "Yo alinearía una contención Schweni-Khedira con Schürrle y Götze en los extremos, Kroos de enganche y Müller al frente. Con Lahm y Boateng en las laterales y Hummels y Mertesacker en la central uno tiene seguridad atrás y potencial ofensivo."

Ojalá, por Alemania, que así sea. De lo contrario América será para los americanos.

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