Concluida la fase de grupos es innegable que la Francia de
Didier Deschamps, calificada a Brasil previo un cardiaco repechaje contra
Ucrania, es el caballo negro del Mundial. Lo es básicamente porque de todas las
escuadras europeas, es la que mejor sabe a qué jugar y con qué nombres hacerlo.
El choque con algunos suplentes ante Ecuador sirvió para
observar que el juego francés tiene dos ejes en su columna vertebral: un solo
centro-delantero flanqueado por dos extremos, y un solo contención (o, como se
dice en España, pivote) flanqueado por dos mediocampistas interiores. Los nombres de los dueños de estos dos ejes
son Karim Benzema y Yohan Cabaye.
La función del pivote en esta Francia se divide entre la
salida del balón jugado por tierra y la protección a Mamadou Sakho y Raphäel
Varane. Aunque en el Maracaná Morgan Schneiderlin lo hizo bastante bien en el puesto de Cabaye, éste último es posiblemente el mejor futbolista del Mundial en esa posición que precisamente describí en el post pasado. El del PSG tiene distribución de balón y además cuenta con la disciplina táctica para cubrir las espaldas de
mediocampistas algo más eléctricos y anárquicos como Paul Pogba y Blaise
Matuidi. No sorprende pues, que Deschamps haya recurrido a él para estructurar
su medio campo y rescatar a Francia en Saint Dennis tras lo que parecía la
eliminación en Kiev, Ucrania.
Tampoco sorprende que a mitad de la primera parte del choque
de hoy Reinaldo Rueda haya modificado su 4-4-2 (que, como se aprecia en el
diagrama de arriba, otorgaba océanos de espacio libre entre líneas a
Schneiderlin) para recorrer a Luis Antonio Valencia hacia el centro del campo y
presionar la salida francesa. Valencia desaparece fuera de la banda y, tal vez
producto de su incomodidad táctica, al poco tiempo salió expulsado justamente.
No obstante la modificación de Rueda estaba justificada:
Francia juega con un pivote y un falso nueve. Giroud entra mejor como recambio. |
La presión ecuatoriana sobre el pivote de Deschamps sencillamente no funcionó. Schneiderlin acabó con una tasa altísima de pases completos (93%), en parte por su calidad técnica, pero en parte aún más grande por el movimiento de sus compañeros y de Benzema en particular. El atacante del Real Madrid juega todavía mejor con su selección y la cantidad de asistencias y pases clave que logra por partido raya en el escándalo.
Los lugares desde los que lanza sus pases permiten observar
que Benzema no es un nueve clásico: descoloca referencias de marca, abre
espacios para la llegada de los extremos y de los mediocampistas interiores, y también asiste. Es el único falso
nueve en Brasil 2014.
La táctica y nombres del caballo negro en Brasil están finalmente
revelados. La primera se refiere al uso de un pivote en el medio y un falso nueve
adelante. Los segundos son Yohan Cabaye y Karim Benzema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario