martes, 3 de julio de 2018

Sí, también la prensa en Inglaterra es patriotera (y resultadista)


Quince minutos le bastaron a Gary Neville comentando al medio tiempo del Inglaterra-Colombia para evidenciar por qué fracasó como DT del Valencia de España. "Es un estúpido (numpty)", dijo al aire del asistente técnico colombiano que tuvo un encontronazo con Raheem Sterling en una de las repeticiones que la televisión británica mostró hasta el cansancio.

La otra fue la del cabezazo de Wilmar Barrios sobre Jordan Henderson. El futbolista del Liverpool cayó desplomado como si Conor McGregor le hubiera pateado la quijada en un gesto que, de haber sido protagonizado por Neymar, hubiera sido tachado de dramatización y de vil engaño. Tanto Neville como los otros dos panelistas, Ian Wright (leyenda del Arsenal y padre de Shaun Wright-Phillips) y Lee Dixon, exjugador de los Gunners, dijeron lo mismo: roja, roja, roja.

Sin embargo, ya en el segundo tiempo, Henderson le propinó un cabezazo a Yerry Mina similar al de Barrios. Relator y comentarista ingleses permanecieron callados. Roja no, roja no, roja no.

Y es que el segundo era ni más ni menos que Glenn Hoddle, exseleccionador de Inglaterra en Francia 1998, quien se la pasó mencionando "cuán terrible y lamentable" era la actitud de Radamel Falcao al reclamar amarilla para Harry Maguire por intentar engañar al árbitro Mark Geiger. La repetición mostró al zaguero del Leicester City siendo derribado por una rara especie de fuerza invisible, pues el central colombiano Davinson Sánchez alcanzó a retirar su pie cuando Maguire perdió el control del balón dentro del área.



Previo al duelo de fase grupal ante Panamá, el actual seleccionador Gareth Southgate entró en una pequeña polémica con su propia prensa: aparentemente la alineación fue filtrada por la BBC y el técnico criticó a los medios "por no apoyar a Inglaterra". Atinadamente, los de la BBC sugirieron que la labor del periodismo no es apoyar, sino informar y analizar.

Sin embargo, y junto con Sky News, incluso la BBC (con ciertas excepciones, como la de Gary Lineker) ha realizado una cobertura más emocional y especulativa que analítica de la participación de los "Tres Leones" en Rusia 2018. Antes del partido contra Bélgica, la discusión generalizada se inclinó a favor de entregar el resultado para evitar a Brasil en cuartos de final y así tener un camino más fácil el resto de la competencia.

Southgate alineó a la banca y su equipo perdió en un partido para el olvido ante un adversario que también alineó a su banca.

A final de cuentas, el plan parece estar funcionando para escuadra y medios ingleses tras conseguir la primera victoria en tanda de penales en su historia en Copas del Mundo. Es un plan basado en resultados y, siendo estos favorables, el análisis del fútbol de esta Inglaterra está brillando por su ausencia.

Lo cual, de confirmarse un muy probable triunfo sobre Suecia en cuartos (pues, si alguien puede derrotar a los escandinavos en la guerra de los balonazos son estos ingleses precisamente), significará que este equipo de Maguire y Henderson habrá hecho historia. La misma historia que ni cerca estuvieron de hacer leyendas como Frank Lampard y Steven Gerrard.

De modo que la historia, contada según los medios ingleses, dirá que la valiente Inglaterra de Southgate logró sobreponerse a una complicada fase grupal, a las trampas colombianas y a la adversidad de los penales en su camino a la gloria. Frankie y Stevie-G se van a quedar en el olvido, pero así es el fútbol cuando manda patrioterismo y resultadismo.

lunes, 2 de julio de 2018

¿Por qué no funcionó el 4-3-3 de México contra Brasil?


El 4-3-3 estuvo detrás de dos de los partidos más importantes en la era de Juan Carlos Osorio con México: la derrota 7-1 contra Chile en la Copa América Centenario y el empate 2-2 contra Portugal en la fase grupal de la Confederaciones 2017.

En ambos encuentros, el rival también formó en 4-3-3. Si bien contra los chilenos Osorio no dio declaraciones sobre su sistema, contra los portugueses enfatizó:

Jugar contra el actual campeón de Europa; plantearle un partido mano a mano con un 4-3-3 contra un 4-3-3, que al final ellos hayan tenido que modificar. Dice mucho del planteamiento de juego y la ejecución el controlar a un equipo que comenzó con tres extremos de alto nivel (Quaresma, Nani y Cristiano Ronaldo). 

Sabiendo que Brasil también jugaría al 4-3-3, Osorio decidió repetir la estrategia usada ante Portugal, la cual, tácticamente hablando, significó una lección aprendida de la derrota ante Chile.

Mientras que en el 7-1 El Tri fue castigado por Edson Puch y Alexis Sánchez corriendo a espaldas de Paul Aguilar y Miguel Layún, en el 2-2 los laterales mexicanos permanecieron "amarrados" a la zaga a fin de optar por la individual de Carlos Vela, quien asistió a Chicharito en uno de los goles de aquel juego.

Por tanto, el duelo del 4-3-3 mexicano contra el 4-3-3 brasileño en Samara debía caracterizarse por duelos individuales entre extremos y laterales. Al minuto 21 el mismo Vela controló un trazo largo de Hugo Ayala para quedarse solo contra Fágner y servir un remate de Héctor Herrera. Tres minutos después, Neymar se sacudió a Edson Álvarez y sacó un disparo potente.

Es decir, aunque los laterales mexicanos permanecieron bien posicionados (a diferencia del duelo ante Chile), también estuvieron expuestos a Neymar y a Willian (quienes desde luego tienen más calidad que Nani y que Ricardo Quaresma).



Así, los combates individuales en los vértices del campo tarde o temprano resultarían insostenibles para la selección mexicana. A partir de ahí, era importante aplicar uno de los puntos tocados por Osorio luego del empate contra Portugal: controlar al adversario mediante el juego del trío de mediocampistas.

Sin embargo, la zona de círculo central fue modificada hasta en tres ocasiones durante los 90 minutos: se inició con Guardado, Herrera y Rafa Márquez en la posición que ocupó Casemiro del otro lado; se pasó luego a utilizar a Álvarez ahí y se terminó con Jonathan Dos Santos.

Cuando se agotaron las piernas de Vela y de Hirving Lozano, no hubo pues respuesta para lograr frenar las piernas de Willian y de Neymar. Paradójicamente, en el 0-0 de México contra Brasil en el 2014, el trío de mediocampistas aztecas controló mucho mejor al ataque brasileño en el Castelao de Fortaleza.

En conclusión, era previsible que, pasados los primeros 45 minutos, se impondrían el talento y el fuelle del "Pentacampeón", para lo cual era necesario juego de contención en los segundos 45 minutos. 

Tácticamente hablando, Osorio jamás pudo encontrar un hombre ideal para la posición de cinco, (la de Casemiro), y así es que la eliminación mexicana se explica tanto por las figuras de ataque brasileñas como por la importancia de un jugador como el cinco del Real Madrid. Cuando el rival es superior tanto en lo físico como en lo técnico, quizás es mejor variar lo táctico. 

domingo, 1 de julio de 2018

Osorio debe poner a Marco Fabián de diez contra Brasil


Juan Carlos Osorio se hizo famoso en Sudamérica cuando, dirigiendo al Atlético Nacional de Medellín, derrotó al Atlético Mineiro de Ronaldinho y al Sao Paulo de Kaká en el 2014.

Al equipo de Ronaldinho lo eliminó de la Libertadores y al de Kaká de la Copa Sudamericana. Ante la magia del par de dieces amazónicos, Osorio empleó a dos finos enganches colombianos:

Sherman Cárdenas y Edwin Cardona. Sus exhibiciones fueron tan buenas que el primero fichó por el propio Atlético Mineiro como sustituto de 'Dinho' (quien se fue al Querétaro) y el segundo fichó por el Monterrey.

Y es que Osorio sabe que a los brasileños hay que darles una dosis de su propia medicina. Es decir, usar un futbolista generador de juego en tres cuartos de campo. Al técnico colombiano le fue tan bien que acabó dirigiendo al Sao Paulo con Paulo Henrique Ganso antes de llegar a México.

Durante su era en El Tri, los únicos tres futbolistas que han ocupado esa demarcación son Héctor Herrera (contra Uruguay en la Copa América Centenario), Giovani Dos Santos (contra Estados Unidos en la victoria 2-1 en Columbus) y Carlos Vela (en la fase grupal de Rusia 2018). 

Pero ninguno de los tres tienen las características del tradicional enganche sudamericano. Lo cual reduce las opciones a un solo nombre: Marco Fabián.

 

Según el reporte técnico de la FIFA de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, Fabián (número 8) precisamente jugó como enlace detrás de Oribe Peralta (número 9) en un 4-2-3-1. Por otro lado, el documento señala que el rival derrotado en la final, Brasil de Neymar, también utilizaba un enlace en la figura de Oscar.

Recordemos que los mejores momentos de Fabián con Chivas ocurrieron jugando en la posición de diez. Ciertamente su remate de media distancia es mejor que el de Vela y además cuenta con la técnica característica de Andrés Guardado, junto con la conducción del "HH".

Por si fuera poco, Niko Kovac también solía utilizarlo como enganche en el Eintracht de Frankfurt. En un 3-5-2, Fabián era el encargado de filtrar balones para los dos puntas: el suizo Haris Seferovic y el croata Ante Rebic.

Osorio sabe perfectamente que la clave de su duelo contra Tite está en la espalda de Casemiro. Hay que provocar que el mediocampista del Real Madrid esté más ocupado en Marco Fabián que en abastecer a Philippe Coutinho y a Paulinho, los otros dos medios del 4-3-3 del Scratch.

Si alguien tiene la medicina anti-Brasil, ese es Juan Carlos Osorio. Todo consiste en aplicar las dosis del Atlético Nacional con Marco Fabián de diez.