En un duelo entre dos formaciones miradas al espejo una a la otra (en tanto se jugó en igualdad numérica), los de Rafa Benítez se impusieron justamente exhibiendo las flaquezas defensivas de un Dortmund diseñado para salir con pelota controlada.
Los Partenopei dejaron definitivamente atrás su otrora característica línea de 3 centrales para alinear a Raúl Albiol y Miguel Britos en el corazón de la zaga; flanqueados por Maggio y Zúñiga por derecha e izquierda. Behrami e Inler conformaron la pareja de contenciones mientras Insigne, Hamsik y Callejón alinearon en tres cuartos detrás de Pipa Higuaín como único punta. Sin balón, el Napoli formaba 2 líneas de 4 dejando al eslovaco y al argentino como objetivos de los trazos largos; lo que terminaría costando caro a la defensa borusser.
Los de Klopp presentaron una alineación idéntica en San Paolo: línea de 4 con Hummels y Subotic como pareja central, y Schmelzer y Grosskreutz ocupando las laterales. La dupla de contención (Nuri Sahin y Lars Bender) siguió la estela de Mjitaryan como ‘10’ escoltado por Kuba Blaszczykowski y Marco Reus; quienes intercambiaron bandas constantemente hasta la expulsión de Weidenfeller. Lewandowski se desempeñó en su tradicional rol de falso ‘9’, botándose, asociándose y esperando la llegada de la gente de atrás.
¿Quién quiere profundidad y quién quiere amplitud?
Frente a la similitud táctica entre ambos onces, la diferencia radicó en las intenciones de Klopp y Benítez:
Dortmund buscó perforar el centro con pases verticales y Napoli buscó abrir la cancha a través de trazos largos.
Ser profundo desde luego requiere más precisión y por tanto se necesitan futbolistas más talentosos y mejor trabajados tácticamente. El Borussia Dortmund cuenta con todo lo anterior y por ello maravilló al mundo la temporada pasada en Champions. Para ilustrarlo, basta recordar la construcción del disparo más peligroso de Lewandowski frente a Pepe Reina que a punto estuvo de ser el 0-1 a favor de la visita. Hummels conduce hasta mitad de campo, alza la vista y conecta una formidable flecha terrestre directa a los botines de Kuba, quien a su vez asiste a Mjitaryan y éste de primera habilita a Lewandoswki. Ante esa velocidad cualquier defensa -la del Napoli incluída- está sumida en la más absoluta indefensión.
No obstante, el derroche de calidad técnica de Mats Hummels -jugador que simboliza al Dortmund que sale jugando- disfraza las flaquezas de una defensa vulnerable a los pelotazos y a la táctica fija. Por increíble que parezca, Gonzalo Higuaín fue marcado por Marcel Schmelzer en los tiros de esquina que más peligro llevaron al área de Weidenfeller; y uno de ellos resultó en la anotación que desquició a Jürgen Klopp ante el cuarto árbitro (sí, Subotic estaba fuera del campo, pero alcanzó a regresar a tiempo para marcar a Britos). ¿Por qué un lateral izquierdo marca a un killer como Higuaín? Porque Hummels, sinceramente, todavía no sabe marcar y Klopp lo sabe.
Al final del día, el Pipa se dió un festín buscando las espaldas de la defensa del Dortmund y provocando la salida de Weidenfeller que provocó su expulsión.
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(Higuaín remató 5 veces dentro del área de Dortmund, muchísimo más de lo que debería permitírsele a un delantero de su raza. Tomado de FourFourTwo.com) |
Tras la expulsión y en ventaja, el Napoli controló a placer el rumbo del partido, como es de esperarse de cualquier escuadra de Rafa Benítez. El Dortmund, por otra parte, ha sufrido el porrazo de recibir un gol en un duelo cerrado ante un rival con una estructura táctica idéntica y con un Higuaín exhibiendo el lado obscuro de la virtud de Hummels.