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miércoles, 18 de septiembre de 2013

Napoli 2-1 Dortmund: Higuaín devora una defensa que paga la virtud de Hummels.

BVB vs Away team - Football tactics and formations
En un duelo entre dos formaciones miradas al espejo una a la otra (en tanto se jugó en igualdad numérica), los de Rafa Benítez se impusieron justamente exhibiendo las flaquezas defensivas de un Dortmund diseñado para salir con pelota controlada.

Los Partenopei dejaron definitivamente atrás su otrora característica línea de 3 centrales para alinear a Raúl Albiol y Miguel Britos en el corazón de la zaga; flanqueados por Maggio y Zúñiga por derecha e izquierda. Behrami e Inler conformaron la pareja de contenciones mientras Insigne, Hamsik y Callejón alinearon en tres cuartos detrás de Pipa Higuaín como único punta. Sin balón, el Napoli formaba 2 líneas de 4 dejando al eslovaco y al argentino como objetivos de los trazos largos; lo que terminaría costando caro a la defensa borusser.

Los de Klopp presentaron una alineación idéntica en San Paolo: línea de 4 con Hummels y Subotic como pareja central, y Schmelzer y Grosskreutz ocupando las laterales. La dupla de contención (Nuri Sahin y Lars Bender) siguió la estela de Mjitaryan como ‘10’ escoltado por Kuba Blaszczykowski y Marco Reus; quienes intercambiaron bandas constantemente hasta la expulsión de Weidenfeller. Lewandowski se desempeñó en su tradicional rol de falso ‘9’, botándose, asociándose y esperando la llegada de la gente de atrás.

¿Quién quiere profundidad y quién quiere amplitud?

Frente a la similitud táctica entre ambos onces, la diferencia radicó en las intenciones de Klopp y Benítez: Dortmund buscó perforar el centro con pases verticales y Napoli buscó abrir la cancha a través de trazos largos.

Ser profundo desde luego requiere más precisión y por tanto se necesitan futbolistas más talentosos y mejor trabajados tácticamente. El Borussia Dortmund cuenta con todo lo anterior y por ello maravilló al mundo la temporada pasada en Champions. Para ilustrarlo, basta recordar la construcción del disparo más peligroso de Lewandowski frente a Pepe Reina que a punto estuvo de ser el 0-1 a favor de la visita. Hummels conduce hasta mitad de campo, alza la vista y conecta una formidable flecha terrestre directa a los botines de Kuba, quien a su vez asiste a Mjitaryan y éste de primera habilita a Lewandoswki. Ante esa velocidad cualquier defensa -la del Napoli incluída- está sumida en la más absoluta indefensión.

No obstante, el derroche de calidad técnica de Mats Hummels -jugador que simboliza al Dortmund que sale jugando- disfraza las flaquezas de una defensa vulnerable a los pelotazos y a la táctica fija. Por increíble que parezca, Gonzalo Higuaín fue marcado por Marcel Schmelzer en los tiros de esquina que más peligro llevaron al área de Weidenfeller; y uno de ellos resultó en la anotación que desquició a Jürgen Klopp ante el cuarto árbitro (sí, Subotic estaba fuera del campo, pero alcanzó a regresar a tiempo para marcar a Britos). ¿Por qué un lateral izquierdo marca a un killer como Higuaín? Porque Hummels, sinceramente, todavía no sabe marcar y Klopp lo sabe.

Al final del día, el Pipa se dió un festín buscando las espaldas de la defensa del Dortmund y provocando la salida de Weidenfeller que provocó su expulsión.

(Higuaín remató 5 veces dentro del área de Dortmund, muchísimo más de lo que debería permitírsele a un delantero de su raza. Tomado de FourFourTwo.com)

Tras la expulsión y en ventaja, el Napoli controló a placer el rumbo del partido, como es de esperarse de cualquier escuadra de Rafa Benítez. El Dortmund, por otra parte, ha sufrido el porrazo de recibir un gol en un duelo cerrado ante un rival con una estructura táctica idéntica y con un Higuaín exhibiendo el lado obscuro de la virtud de Hummels.

domingo, 5 de mayo de 2013

La delicada resurrección del Napoli.


Pese a que la Juventus obtuvo su segundo scudetto consecutivo dando un golpe de autoridad en Italia, el gran vencedor de esta temporada en el Calcio es indiscutiblemente el SSC Napoli.

Después de sacarle los colores a un alicaído Inter de Milán en San Paolo, los azzurri tienen ante sí la posibilidad de terminar segundos en la Serie A y clasificarse por segunda vez en tres años a la Liga de Campeones. El Napoli, tal vez junto a la Fiorentina de Montella, representa el soplo de aire fresco de un club que fue capaz de ponerse a sólo una victoria de la todopoderosa Vecchia Signora y cuestionar con seriedad su reinado.

Walter Mazzarri, técnico napolitano, no desmerece frente a Antonio Conte en la batalla táctica. Si el estratega juventino revolucionó al Calcio con esa línea de tres -formada por Chiellini, Bonucci y Barzagli- haciendo de Andrea Pirlo el gran mariscal de campo del hoy bicampeón consecutivo, Mazzarri ha contestado con su propia línea de tres –Campagnaro, Cannavaro y Britos- haciendo de la conexión suiza – Dzemaili junto a Behrami dejando en la banca al gran Inler- los mejores aliados de Hamsik y Cavani. Son Mazzarri y Conte, junto a Césare Prandelli, los grandes representantes de la vanguardia nueva italiana.

Lógicamente la estrella del equipo es el capo uruguayo del gol. Son precisamente las anotaciones de un delantero asesino como el oriental lo que más ha echado en falta la Juventus en sus aspiraciones de Champions League. Sin embargo es la figura de Marek Hamsik la que rompe todos los esquemas. ¿Se trata de un diez puro? ¿o más bien es un gran extremo izquierdo? ¿o quizá un mediocentro reconvertido con vocación ofensiva?  El eslovaco es todo eso y más. La forma en que Cavani baja para asociarse con Hamsik y hacer jugar al Napoli parece sólo conocer los límites de la imaginación.

El dulce momento que hoy viven los azzurri era difícil  de esperar después de haber estado en la bancarrota a principios del nuevo milenio. Sí, ese club que logró reivindicar a todo el sur de Italia ante el imperio del AC Milán de Arrigo Sacchi en épocas de Maradona, estuvo en quiebra deambulando en divisiones inferiores por ahí del 2004. Tras la quiebra, el cineasta Aurelio de Laurentiis decidió comprar y refundar al equipo de sus amores y gracias a él, el Napoli es hoy lo que es. El Napoli ha resucitado.

Sin embargo se trata de una resurrección prendida con alfileres. El Napoli logró regresar a la cúspide gracias a una inteligente política de fichajes que incluyó a buenos futbolistas sudamericanos como los argentinos Denis y Dátolo, y los colombianos Armero y Zúñiga que hoy permanecen en la escuadra. Pero el caso Lavezzi enciende las alarmas entre quienes nos hemos enamorado del fútbol del Napoli.  Ancelotti quería al Pocho en París y lo logró tras hacer pagar 31 millones de euros haciéndole a De Laurentiis una oferta que no pudo rechazar. Lavezzi, pieza clave en la resurrección napolitana, dejó un vacío que Mazzarri aún no puede llenar.

Viene el verano europeo, y con él las ganas de revancha de los gigantes de España e Inglaterra y sus grandes chequeras para fichar. La final 100% alemana de Champions dejó a muchos clubes descontentos y las perlas del Napoli serán bastante cotizadas. ¿Porqué arriesgar con Neymar, por ejemplo, si Hamsik ya está probado en la élite? Así pensarán varios en los despachos de Manchester, Madrid o Barcelona.

Ahí reside la delicada resurrección napolitana; un club que aún sufre las consecuencias a largo plazo de la bancarrota del 2004 y que necesita dinero para financiar su fuerzas inferiores y asegurar un gran futuro. Lorenzo Insigne, talento napolitano, debe seguir aprendiendo de Edinson Cavani. Sólo con la permanencia del uruguayo, de Hamsik y compañía, la resurrección del Napoli será total.