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domingo, 3 de julio de 2016

Joachim Löw, reivindicado


Quizá cuando Courtois criticó implícita, pero públicamente a su técnico Marc Wilmots, se refería al daño causado en particular por Hal Robson-Kanú. Además de anotar el segundo en el 3-1 final, el nueve galés exhibió constantemente a la parchada línea de cuatro defensores belgas hasta hacerlos parecer meros jugadores de liga dominical. "Trabajar de poste", suele llamársele en la jerga futbolera.

Aunque, en efecto, los de atrás de Bélgica tuvieron pobres actuaciones individuales, la estrategia del "poste" también fue puesta en práctica con aun mejores resultados por Antonio Conte con Graziano Pellé haciendo estragos en la ya cuestionada pareja central Ramos-Piqué. Teóricamente, frente a ataques encabezados por un solo delantero de área, la dupla central se basta usando al primero para marcar y al segundo para proteger su retaguardia. El "poste", sin embargo, juega de espaldas y descarga para el compañero que viene corriendo, lo que automáticamente neutraliza al central que marca y hace la vida imposible al que está detrás.

Con su línea de tres centrales, "la BBC de Italia", Conte se resguardaba de que otro director técnico fuese a usar un "poste" contra la Azzurra. Barzagli y Chiellini son robles por aire y por tierra y Leo Bonucci, el líbero, de esta forma, podía avanzar metros para proyectar trazos largos (como en el primer gol italiano contra Bélgica, una asistencia de 50 metros). Así, el hoy ya responsable del Chelsea demostraba lo evidente pero pasado por alto sobre la línea de tres: que es tanto una táctica defensiva como una estrategia para sacar el balón con limpieza desde el fondo.

Si Italia no dispuso frente a Alemania ni de la mitad de ocasiones claras creadas en su duelo de octavos, fue porque básicamente Pellé redujo su producción como poste. A pesar de que mucha bibliografía táctica contraindica la línea de tres contra un único nueve (habría pues un hombre de más, subutilizado, que podría utilizarse en la media o en la delantera), lo cierto es que -al alinear a Mats Hummels por izquierda, a Jérome Boateng por el centro y a Benedikt Höwedes por derecha- Löw utilizó los movimientos de Conte contra Conte.

El partido de la defensa teutona fue tan completo que Hummels fue visto protagonizando escenas sublimes: conducía el balón con cadencia a vista alzada para levantar diagonales buscando a Joshua Kimmich.

Probablemente la última vez que la Mannschaft usó línea de tres -una táctica típica de los años ochenta en ese fútbol-, Löw fungía como asistente técnico de Jürgen Klinsmann en el mundial del 2006 (Metzelder, Mertesacker y Friedrich). Rescatándola una década después, Löw se demostró como un técnico que sí observa al rival y no cae en excesos de confianza: después de todo, el sentido común también hubiera indicado que Boateng y Hummels en dupla central tendrían calidad suficiente para lidiar con un poste por bueno que éste fuera. El trabajo de pizarra, no obstante, sólo debería dejar margen para el error humano. Löw hizo su parte ¿se le habría culpado si su escuadra hubiese caído a raíz de la mano de Boateng?

A final de cuentas el error más terrible fue el de Pellé al cobrar su pena máxima. Como dicen los argentinos, quiso verse "guapo" indicándole con gestos a Neuer que se la iba a picar.


Y acabó echando a un lado un balón que, de cualquier modo, había sido adivinado. Equivocación terrible, pero que se comprende si consideramos que en 120 minutos a Pellé no le salió su juego de poste.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Napoli 2-1 Dortmund: Higuaín devora una defensa que paga la virtud de Hummels.

BVB vs Away team - Football tactics and formations
En un duelo entre dos formaciones miradas al espejo una a la otra (en tanto se jugó en igualdad numérica), los de Rafa Benítez se impusieron justamente exhibiendo las flaquezas defensivas de un Dortmund diseñado para salir con pelota controlada.

Los Partenopei dejaron definitivamente atrás su otrora característica línea de 3 centrales para alinear a Raúl Albiol y Miguel Britos en el corazón de la zaga; flanqueados por Maggio y Zúñiga por derecha e izquierda. Behrami e Inler conformaron la pareja de contenciones mientras Insigne, Hamsik y Callejón alinearon en tres cuartos detrás de Pipa Higuaín como único punta. Sin balón, el Napoli formaba 2 líneas de 4 dejando al eslovaco y al argentino como objetivos de los trazos largos; lo que terminaría costando caro a la defensa borusser.

Los de Klopp presentaron una alineación idéntica en San Paolo: línea de 4 con Hummels y Subotic como pareja central, y Schmelzer y Grosskreutz ocupando las laterales. La dupla de contención (Nuri Sahin y Lars Bender) siguió la estela de Mjitaryan como ‘10’ escoltado por Kuba Blaszczykowski y Marco Reus; quienes intercambiaron bandas constantemente hasta la expulsión de Weidenfeller. Lewandowski se desempeñó en su tradicional rol de falso ‘9’, botándose, asociándose y esperando la llegada de la gente de atrás.

¿Quién quiere profundidad y quién quiere amplitud?

Frente a la similitud táctica entre ambos onces, la diferencia radicó en las intenciones de Klopp y Benítez: Dortmund buscó perforar el centro con pases verticales y Napoli buscó abrir la cancha a través de trazos largos.

Ser profundo desde luego requiere más precisión y por tanto se necesitan futbolistas más talentosos y mejor trabajados tácticamente. El Borussia Dortmund cuenta con todo lo anterior y por ello maravilló al mundo la temporada pasada en Champions. Para ilustrarlo, basta recordar la construcción del disparo más peligroso de Lewandowski frente a Pepe Reina que a punto estuvo de ser el 0-1 a favor de la visita. Hummels conduce hasta mitad de campo, alza la vista y conecta una formidable flecha terrestre directa a los botines de Kuba, quien a su vez asiste a Mjitaryan y éste de primera habilita a Lewandoswki. Ante esa velocidad cualquier defensa -la del Napoli incluída- está sumida en la más absoluta indefensión.

No obstante, el derroche de calidad técnica de Mats Hummels -jugador que simboliza al Dortmund que sale jugando- disfraza las flaquezas de una defensa vulnerable a los pelotazos y a la táctica fija. Por increíble que parezca, Gonzalo Higuaín fue marcado por Marcel Schmelzer en los tiros de esquina que más peligro llevaron al área de Weidenfeller; y uno de ellos resultó en la anotación que desquició a Jürgen Klopp ante el cuarto árbitro (sí, Subotic estaba fuera del campo, pero alcanzó a regresar a tiempo para marcar a Britos). ¿Por qué un lateral izquierdo marca a un killer como Higuaín? Porque Hummels, sinceramente, todavía no sabe marcar y Klopp lo sabe.

Al final del día, el Pipa se dió un festín buscando las espaldas de la defensa del Dortmund y provocando la salida de Weidenfeller que provocó su expulsión.

(Higuaín remató 5 veces dentro del área de Dortmund, muchísimo más de lo que debería permitírsele a un delantero de su raza. Tomado de FourFourTwo.com)

Tras la expulsión y en ventaja, el Napoli controló a placer el rumbo del partido, como es de esperarse de cualquier escuadra de Rafa Benítez. El Dortmund, por otra parte, ha sufrido el porrazo de recibir un gol en un duelo cerrado ante un rival con una estructura táctica idéntica y con un Higuaín exhibiendo el lado obscuro de la virtud de Hummels.