Jürgen Klinsmann se está demostrando un estratega trabajador y original. El alemán basa su formidable desempeño con Estados Unidos sobre 3 pilares: el conocimiento de sus futbolistas, la capacidad para adaptarlos en distintas posiciones en esquemas flexibles, y –hablando particularmente de esta Copa Oro- el genio de Landon Donovan.
Ayer frente a un rival rocoso como Honduras, Klinsi sacó su once más agresivo tácticamente hablando. Sentó a jugadores que no lo habían hecho mal como Diskerud, Wondolowski y Corona por Stuart Holden, Eddie Johnson y Alejandro Bedoya, y su cuadro ofreció la mejor demostración de todo el torneo en el primer tiempo. Desde mi punto de vista, así lució el parado durante sus mejores minutos de fútbol:
Lo primero en sobresalir es la posición de Landon Donovan y Eddie Johnson: la dupla de centrodelanteros. Un dúo muy móvil que partió desde la misma altura del campo de forma impredecible.
No obstante, si repasamos el parado de Estados Unidos en su último duelo eliminatorio del hexagonal –frente a los propios catrachos en Utah- encontramos que Eddie Johnson fue utilizado como extremo por izquierda complementando a una delantera formada por Altidore como único punta y por Dempsey como “10” nominal. En este esquema de Klinsmann, que podríamos calificar como “el tradicional”, Graham Zusi del Sporting Kansas City juega de extremo por derecha en el puesto que teóricamente debería ocupar Donovan.
(Tomado de @LiviuBird para AmericanSoccerNow.com, haz click para agrandar). |
Sin embargo, en el escenario de la semifinal de la Copa Oro 2013, Klinsmann decidió revolucionar su parado tradicional para borrar del césped a Honduras y lo logró. Con Donovan y Eddie Johnson patrullando la salida hondureña, José Francisco Torres se cargó hacia el interior para asociarse con un adelantado Stuart Holden y permitir la subida de Beasley por izquierda. En lo ofensivo, Holden logró disparar 3 veces llegando desde atrás y además a punto estuvo de anotar de no ser por el codazo a la mandíbula propinado por un defensor catracho. En lo defensivo, Estados Unidos recuperó el balón 30 veces en campo hondureño de un total de 69 recuperaciones logradas. Klinsmann se probó un estratega capaz de flexibilizar sus esquemas aprovechando a sus futbolistas sin necesidad de recurrir al banquillo de suplentes. Segundo Pilar.
El tercer pilar se llama Landon Donovan. Arrinconar sistemáticamente al enemigo en su propio campo a través de la presión implica reducir los espacios de circulación del esférico al ataque. Por tanto, presionar así requiere jugadores con una rapidez de pensamiento todavía mayor a la rapidez de piernas. En la jugada del primer gol de EEUU, Donovan toca de primera a un velocísimo Johnson. No obstante, el Capitán América se pasó la tarde (y prácticamente el torneo entero) dando pases a gol de primera intención.
Basando su propuesta en 3 pilares (conocer a sus jugadores, posicionarlos en esquemas flexibles, y aprovechar a Donovan), Klinsmann se aleja de dogmas tácticos y hace de Estados Unidos una escuadra fluida, agresiva y atractiva para el espectador neutral. Considerando que aún falta añadir a esta pintura a los que juegan en Europa, no sería descabellado pensar que en Donovan y compañía hay material de caballo negro para Brasil el año que viene.
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