La información la
reveló La Sexta de España en primicia y de ahí se esparció al resto del mundo:
Radamel Falcao se marcharía del Atleti a final de temporada para cobrar 10
millones de euros anuales libres de impuestos en Mónaco. Además, el nuevo
propietario del club de Montecarlo –el billonario ruso Dmitry Rybolovlev-
convenció al colombiano asegurándole que gastaría otros 100 millones más para
reforzar la plantilla y hacerla digna de pelear Champions League.
Las versiones varían
según el medio, pero la cláusula de rescisión del contrato de Falcao con el
Atlético de Madrid ronda entre los 55 y los 70 millones de euros. La cláusula
de rescisión, para que el público comprenda más fácilmente, es una forma de
evitar negociaciones largas y bochornosas entre clubes, jugadores y promotores:
el que tiene el efectivo exacto para hacer válida la cláusula de rescisión de
un futbolista lo deposita en la cuentas de la Liga de Fútbol Profesional. Fue
así como el Bayern Múnich, por ejemplo, se “robó” a Javi Martínez del Athletic
de Bilbao y a Mario Götze del Dortmund. Por eso se dice que tanto Martínez como
Götze salieron por la puerta trasera rumbo al Allianz.
Así -si Rybolovlev
tiene el dinero y ya alcanzó un acuerdo salarial con el Tigre- no existe poder
dentro del Atlético de Madrid que pueda evitar la fuga del goleador.
Sin embargo la posible
huída de Radamel rumbo al principado monegasco sería un paso en falso en su
carrera. La promesa de invertir 100 millones adicionales para hacer más
fichajes por parte de Rybolovlev no es garantía de éxito deportivo. El verano
pasado el Zenit de San Petersburgo dinamitó el mercado desembolsando una suma
similar por Hulk al Porto y por Axel Witsel al Benfica, y aún así el club ruso padeció
una de sus más mediocres temporadas europeas eliminados en fase de grupos en
Champions y eliminados por el humilde Basilea en Europa League. ¿Las razones de
la debacle del Zenit? Los de Spalletti eran la escuadra campeona de Rusia y los
estratosféricos salarios de Hulk y Witsel sembraron la discordia entre las
figuras rusas del equipo como Shirokov y Zyryanov.
Así, esos 100 millones
extras más los 55 que el Mónaco pagará por Falcao al Atlético no aseguran un club
capaz siquiera de colarse a Champions League. Hay cosas que el dinero no compra;
la continuidad y la solidez de un proyecto deportivo son algunas de ellas. En 4
años en Europa, Falcao únicamente jugó Champions League en el primero. Hoy, el
proyecto del Cholo Simeone con los colchoneros les ha asegurado un cupo directo
a la próxima Liga de Campeones, y quizá hasta la posibilidad de ser cabeza de
serie en el sorteo de la fase de grupos. No sólo eso, tras conquistar la Europa
League de 2012, el Atlético de Madrid está firmando la mejor campaña desde que
regresó a primera en 2002, y durante el primer tramo de la misma peleó palmo a
palmo con el Barcelona por el liderato.Si Falcao se marcha al
Mónaco, tal vez jugará la Champions con 29 ó 30 años de edad.
En la prensa también
se especula que el Tigre se va a Montecarlo para no pagar impuestos. Es difícil
interpretarlo así en un momento en que los españoles comunes y corrientes ven
cómo día a día les aumentan el iva y ven reducidos sus derechos laborales; en un momento en que prácticamente uno de cada dos jóvenes en España está en el desempleo. En
Francia hace poco se levantó una controversia similar con la mudanza del actor
galo Gerard Depardieu a Bélgica para no pagar impuestos. En el caso del Tigre
se avecina una polémica similar si finalmente llega a la Cote D´Azur.
Falcao, quien en su
infancia se fue de Colombia rumbo a River Plate en pos de forjar una leyenda
futbolística, podría dar un paso en falso aceptando la oferta de Rybolovlev. El
mejor hábitat para un Tigre no es el glamour de Montecarlo, sino la jungla del Vicente Calderón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario