Un debate pendiente, incompleto y
muy rodeado de doble moral, es el del rol de la mujer en los medios
deportivos, especialmente en los mexicanos.
Hace años me sorprendió un tuit del periodista italiano Gianluca
di Marzio sugiriendo -si mal no recuerdo- que esperaba impaciente el mundial
de Brasil para toparse con la prensa mexicana. No por el intercambio
periodístico, no; sino por el uso sistemático de mujeres consideradas fotogénicas para la
cobertura mundialista.
Entre el periodismo deportivo italiano y el mexicano no
había pues una diferencia de calidad (esto es, mejor o peor información), sino una
diferencia de cualidad (forma contra contenido). El tema del tuit, en otras
palabras, es que el periodismo de otros países sabe que en México el cuerpo de
la mujer es uno de los grandes criterios para asignar acreditaciones de eventos deportivos.
En un debate con Mario Vargas Llosa y otros panelistas durante inicios de los
noventa (no, no el de la "Dictadura Perfecta"), Octavio Paz lo
expresó mejor que yo:
[El siglo 20] ha sido el siglo en el que se ha envilecido de un modo casi absoluto el amor, el erotismo. Que se ha convertido el cuerpo en publicidad. ¿Cómo es posible que ustedes estén hablando solamente -son intelectuales, son escritores, son artistas- estén hablando del cuerpo y no piensen que el siglo 20 y el capitalismo justamente ha envilecido al cuerpo. Incluso el deporte moderno ha envilecido al cuerpo.
El gran valor de esta reflexión de Paz es centrar la
cuestión de género, no en el género en sí mismo, sino en el cuerpo dotado de
género. Lo que esto implica es que el debate de la equidad de género refiere a
una diferencia de cualidad (masculino/femenino) y no de calidad ("mejores"
o "peores" cuerpos). Debatir pues a los medios de comunicación en
términos de género nos lleva a la estéril discusión de la "batalla de los sexos", hombres contra mujeres, del "patriarcado" y de "semanas (o meses) de la mujer" que
no hacen sino disfrazar contenidos que envilecen sobre todo el cuerpo de la mujer. Y que de paso también envilecen al periodismo.
Si nos centramos en el criterio del cuerpo, como sugirió Paz,
hallaremos que quizá la peor discriminación de la prensa deportiva mexicana no
es ejercida por el hombre hacia la mujer: sino por la mujer hacia la mujer. ¿Qué
tipo de cuerpos femeninos reciben acreditaciones 'all-access' para los 'media
days' previo a los 'Super Bowls' y qué tipo de cuerpos femeninos son enviados a
cubrir festejos callejeros con la afición del Guadalajara?
Cuando habló de "deporte moderno", Paz seguramente
hizo referencia a la "industria o el mercado del deporte moderno", y
no a la prensa deportiva. El tema es que el siglo 21 está borrando la línea divisoria entre entretenimiento y periodismo. Esto se
manifiesta en que muchos medios (acaso los que más se azotan dándose golpes de pecho) justifican la ausencia de preparación periodística disfrazándola con escotes, minifaldas y tacones.
E poi dobbiamo pagare il Canone!?Ma l'inviata messicana è davvero...Mondiale! #SkyMondiali pic.twitter.com/qBeEJHNLNx" @SabatiniSky24 @DiMarzio— Alberto Calascione (@albecalascione) 18 de junio de 2014
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