Quince minutos le bastaron a Gary Neville comentando al medio
tiempo del Inglaterra-Colombia para evidenciar por qué fracasó como DT del Valencia de España. "Es un estúpido (numpty)", dijo al aire del asistente técnico colombiano que tuvo un encontronazo con Raheem Sterling en
una de las repeticiones que la televisión británica mostró hasta el cansancio.
La otra fue la del cabezazo de Wilmar Barrios sobre Jordan
Henderson. El futbolista del Liverpool cayó desplomado como si Conor McGregor
le hubiera pateado la quijada en un gesto que, de haber sido protagonizado por Neymar, hubiera sido tachado de dramatización y de vil engaño. Tanto
Neville como los otros dos panelistas, Ian Wright (leyenda del Arsenal y padre
de Shaun Wright-Phillips) y Lee Dixon, exjugador de los Gunners, dijeron lo mismo: roja, roja, roja.
Sin embargo, ya en el segundo tiempo, Henderson le propinó
un cabezazo a Yerry Mina similar al de Barrios. Relator y
comentarista ingleses permanecieron callados. Roja no, roja no, roja no.
Y es que el segundo era ni más ni menos que Glenn Hoddle, exseleccionador de Inglaterra en Francia 1998, quien se la pasó mencionando "cuán terrible y lamentable" era la actitud de Radamel Falcao al reclamar amarilla para Harry Maguire por intentar engañar al árbitro Mark Geiger. La repetición mostró al zaguero del Leicester City siendo derribado por una rara especie de fuerza invisible, pues el central colombiano Davinson Sánchez alcanzó a retirar su pie cuando Maguire perdió el control del balón dentro del área.
Y es que el segundo era ni más ni menos que Glenn Hoddle, exseleccionador de Inglaterra en Francia 1998, quien se la pasó mencionando "cuán terrible y lamentable" era la actitud de Radamel Falcao al reclamar amarilla para Harry Maguire por intentar engañar al árbitro Mark Geiger. La repetición mostró al zaguero del Leicester City siendo derribado por una rara especie de fuerza invisible, pues el central colombiano Davinson Sánchez alcanzó a retirar su pie cuando Maguire perdió el control del balón dentro del área.
Love this Come On England. #WorldCup #eng #Ianwright #COYS @IanWright0 @1MickyHazard pic.twitter.com/Ms9gsPByRQ— Mario Theodorou (@APNMLondon) 3 de julio de 2018
Previo al duelo de fase grupal ante Panamá, el actual
seleccionador Gareth Southgate entró en una pequeña polémica con su propia
prensa: aparentemente la alineación fue filtrada por la BBC y el técnico
criticó a los medios "por no apoyar a Inglaterra". Atinadamente, los
de la BBC sugirieron que la labor del periodismo no es apoyar, sino informar y
analizar.
Sin embargo, y junto con Sky News, incluso la BBC (con ciertas
excepciones, como la de Gary Lineker) ha realizado una cobertura más emocional
y especulativa que analítica de la participación de los "Tres Leones"
en Rusia 2018. Antes del partido contra Bélgica, la discusión generalizada se inclinó a favor
de entregar el resultado para evitar a Brasil en cuartos de final y así tener un
camino más fácil el resto de la competencia.
Southgate alineó a la banca y su equipo perdió en un partido para el olvido ante un adversario que también alineó a su banca.
Southgate alineó a la banca y su equipo perdió en un partido para el olvido ante un adversario que también alineó a su banca.
A final de cuentas, el plan parece estar funcionando para escuadra y medios ingleses tras conseguir la primera victoria en tanda de
penales en su historia en Copas del Mundo. Es un plan basado en resultados y, siendo estos favorables, el análisis del fútbol de esta Inglaterra está brillando por su ausencia.
Lo cual, de confirmarse un muy probable triunfo sobre Suecia
en cuartos (pues, si alguien puede derrotar a los escandinavos en la guerra de los balonazos son estos ingleses precisamente), significará que este
equipo de Maguire y Henderson habrá hecho historia. La misma historia que ni
cerca estuvieron de hacer leyendas como Frank Lampard y Steven Gerrard.
De modo que la historia, contada según los medios ingleses,
dirá que la valiente Inglaterra de Southgate logró sobreponerse a una
complicada fase grupal, a las trampas colombianas y a la adversidad de los
penales en su camino a la gloria. Frankie y
Stevie-G se van a quedar en el
olvido, pero así es el fútbol cuando manda patrioterismo y resultadismo.