De las cuatro llaves de cuartos de final, la que a priori
parecía más desigual, el uno contra el ocho, América contra Pumas, resultó ser la
llave más cerrada y (tácticamente hablando) la más compleja de la liguilla. Tan cerrada fue que el superlíder y campeón debió decidir a través de una
acción de pelota quieta (el gol de Goltz a tiro de esquina) y también gracias a su mejor
posición en la tabla general sobre el club Universidad.
Por supuesto el choque no resultó de ida y vuelta ni de
grandes ocasiones porque ello hubiera significado una estrategia de riesgos
innecesarios para los Pumas ¿Por qué abrirte a atacar si tienes el 1-0 a favor
cosechado en casa y el rival no anotó de visitante?
De este modo, el duelo se cerró a iniciativa de Memo Vázquez
y el éxito de su estrategia puede verse en los porcentajes de pases completos
de una y otra escuadra así como en la naturaleza de estos pases como se aprecia
en la siguiente gráfica:
Tomado de Squawka.com |
América tuvo casi el 80% de efectividad en pases por el 74%
de Pumas (estadísticas parejas, pero también tasas de efectividad relativamente
bajas comparadas a juegos de Champions League o a partidos más abiertos en Liga
Mx). Lo que esto quiere decir es que América, el obligado por el marcador, fue
incapaz de filtrar balones, por tierra o por aire, desde medio campo y por ello
sus pases fallidos (en morado según la gráfica de arriba) son precisamente sus
pases verticales. Es decir, América pasó bien (líneas verdes según la misma
gráfica) hacia los lados y hacia atrás, pero pasó mal hacia adelante y esto sólo
puede explicarse por el trabajo táctico en el medio campo auriazul.
Como se desprende del diagrama táctico que encabeza este
texto, América y Pumas formaron líneas de cuatro en defensa. Sin embargo,
mientras Mohamed jugó con cuatro mediocampistas, Vázquez jugó con cinco. Dante
López y Javier Cortés, los volantes abiertos, se ocuparon de bloquear la salida
de los laterales azulcremas; de este modo Pumas jugó en el centro del campo con
David Cabrera, Martín Romagnoli e Ismael Sosa contra Jesús Molina, Rubens
Sambueza, Miguel Layún y el 'Quick' Mendoza (3 contra 4; inferioridad numérica
para Pumas).
La clave para Vázquez entonces estuvo en la elección para la
posición de diez (también llamado enganche o mediapunta). Alinear a un enganche
tradicional hubiese supuesto servir el partido en bandeja de plata al América
porque Molina hubiese tomado esa marca personal y Sambueza hubiese quedado
libre. Por ello Daniel Ludueña fue descartado e ingresó al quite Ismael Sosa.
Éste jugó nominalmente de enganche, pero lo cierto es que se retrasó a marcar
junto a Cabrera y Romagnoli para cubrir a Sambueza y dejar libre a Molina. Tú cubres al ofensivo y tú dejas libre al inofensivo. Jaque mate a favor de Memo
Vázquez.