El padre futbolístico de Paulinho es Tité. En aquel mágico 2012 en el cual el Corinthians de Sao Paulo derrotó
al Boca Juniors de Riquelme en la Libertadores y al Chelsea de Drogba en el
Mundial de Clubes, Paulinho la rompió gracias al 4-2-3-1 de su DT.
Es un sistema simple. Son dos mediocampistas en el círculo
central: uno permanece protegiendo a los zagueros mientras el otro
presiona la salida rival o tira desmarques para generar espacio adelante.
Paulinho hacía esto último mientras Ralf le cubría las espaldas.
Cuando Paulinho salió de Brasil, Tité continuó exitosamente
con el 4-2-3-1, ahora con Elías haciendo las veces de Paulinho. El sustituto
brilló tanto que hasta Dunga lo convocó luego del mundial 2014 para
sustituir... precisamente a Paulinho.
Una vez que Tité se quedó sin Paulinho ni Elías, cambió a
4-3-3 con Renato Augusto y Jadson a los costados de Ralf. Si mal no recuerdo, ganó el Brasileirao nuevamente, lo cual lo catapultó a la selección tras el
bochorno verdeamarelha en la Copa América Centenario.
Entonces tomó decisiones controversiales. Arriesgó a
continuar con el 4-3-3 de su etapa última en el Timao depositando su confianza en Renato
Augusto y Paulinho (quien entonces militaba en el Guangzhou de China) para acompañar
a Casemiro. Y es que, jugando en Conmebol, el 4-3-3 ajusta mejor que el 4-2-3-1
para el Scratch.
La FIFA siempre forma a Brasil en 4-2-3-1, pero la posición de Coutinho (11) confirma que es 4-3-3. |
¿Por qué? Pues porque gracias al 4-3-3 son dos los
mediocampistas que quedan libres para tirar desmarques y producir espacios
ofensivos ante defensas encerradas. El gol que Philippe Coutinho le acaba de
meter a Costa Rica en el minuto 91 para encaminar la sufrida victoria brasileña es un
típico gol de Paulinho llegando por sorpresa desde atrás.
El 4-2-3-1 le funcionaba a Tité en Sao Paulo especialmente para contragolpear y aprovechar la capacidad del peruano
Paolo Guerrero para fabricarse sus propias opciones de gol. En resumidas
cuentas, encasillar a Tité como un estratega ofensivo o defensivo es no
entender bien cuál es la estrategia de este peculiar seleccionador amazónico.
Su estrategia es sencilla: buscar hacer goles y buscar no
recibirlos. Así de simple.
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