viernes, 13 de junio de 2014

España 1-5 Holanda: Cansancio y vejez, potencia y juventud.


Han sido mejores [los holandeses] en el segundo tiempo pero en el primero hemos dominado. Hemos podido pasar del 2-0 al 1-1. En el segundo tiempo nos han buscado la espalda y han sido mejores.

Vicente Del Bosque.

¿Cómo analizar tácticamente un partido entre una escuadra que entró al segundo tiempo carburada a 300 kilómetros por hora y otra que entró sólo a 20? Por un instante me vi tentado a pensar que la debacle española en la Arena Fonte Nova es menos un asunto de pizarra que un asunto de diván de psicólogo. Del Bosque tiene razón, hasta antes del soberbio cabezazo de Robin van Persie que decretó tablas al medio tiempo, David Silva había malogrado el 2-0 para el vigente campeón.

Pero no, el desastre español se explica primero en la pizarra y quizá también después en el diván.

Utilicé el entretiempo para colgar en twitter la siguiente imagen de lo que, a mi parecer, era un formidable desempeño de Diego Costa 'trabajando' a los centrales holandeses por los costados: en ella se le aprecia arrastrando la marca de Martins Indi (central) y de Daley Blind (carrilero). El trabajo de Costa es formidable porque, siendo él el único punta español, deja a los otros dos centrales tulipanes (Ron Vlaar y Stefan de Vrij) preguntándose a quién deben marcar y acercándose más y más al centro del campo. Por ello, David Silva aprovechó el espacio creado por Costa para comerse las espaldas del par de centrales y echar a un lado ese posible 2-0 del que habla Del Bosque.


La imagen, no obstante, permite apreciar la clave táctica del partido: Holanda y España jugaron con defensas adelantadísimas. Hay 20 jugadores en una longitud de 30 ó 35 metros.

Lo que sobre el papel parecía un grave error numérico de Louis van Gaal (usar tres centrales para marcar a un solo delantero) resultó ser su mayor virtud. En un escenario con defensas adelantadas, los goles deben llegar buscando las espaldas de los centrales a través de dos elementos: uno, carreras desde atrás para romper el fuera de juego; y dos, trazos a distancia para servir dichas carreras. La línea de tres de Van Gaal, por lo tanto, funciona para sacar el balón jugado desde el fondo y construir esa plataforma de lanzamiento. Así fue que de la zurda de Blind, el carrilero, salieron disparados los kilométricos trazos que alcanzaron las corridas de Van Persie y de Robben.
     
Si Holanda se aprovechó de la línea defensiva tan adelantada de España cierto es también que la Oranje misma podía verse vulnerada con carreras y trazos largos españoles. ¿Cómo hicieron entonces los de Van Gaal para neutralizar y arrollar a los de Del Bosque? Siendo más intensos: corriendo más, presionando más, interceptando más, barriendo más. Presionar es importantísimo porque un futbolista bajo presión es menos preciso que un futbolista no presionado. A Daley Blind nadie fue a presionarlo y se le puede preguntar a Casillas cuáles fueron los resultados de la inacción de sus compañeros.

Bastaron dos jugadores holandeses para duplicar lo hecho por tres jugadores españoles en cuanto a echarse al suelo para recuperar el esférico.
Se puede entonces concluir que hoy el monarca mundial paró un once lleno de tanta virtud y calidad como de cansancio y vejez. Los tulipanes, por contra, alinearon un once tan inexperto como joven y potente. El 5-1 sube la moral de la Oranje sí, pero aún está por verse su temple ante un adversario más energético (¿Chile quizá?).

Para Vicente Del Bosque la lección es clarísima: la base del campeón, vieja y cansada, no da para más, no pueden ejecutar la defensa adelantada porque han perdido la capacidad de presionar. Tras el silbatazo final el técnico español fue preguntado por una revolución en el banquillo. Esa revolución debe llevar los nombres de Javi Martínez, Pedro, De Gea y Koke Resurrección. De lo contrario España será un caso para el diván del psicólogo.

jueves, 12 de junio de 2014

Brasil 3-1 Croacia: Kovac amarra bastante a Modric y a Rakitic


  Niko Kovac apostó 90 minutos por una media de contención Modric-Rakitic que teóricamente garantizaba dominio y virtud para Croacia sobre Brasil en la flamante Arena del Corinthians.

Teóricamente. Porque ya en el césped ambos mediocampistas terminaron enganchados a sus centrales y estirados también innecesariamente para proteger a sus laterales. Así fue que se abrieron océanos de espacio libre por el centro aprovechados por Neymar y Óscar para la voltereta del Scratch.

Brasil, no obstante y pese a que el periodismo especializado ya lo había observado con anticipación, se demostró muy, muy vulnerable a las espaldas de Alves y Marcelo. El logro croata fue haberlo evidenciado: no sólo a través del 1-0 en que si Marcelo no la empujaba al fondo de la red Perisic lo hacía, sino también a través de un testarazo errado de Jelavic justo antes del primero de Neymar y en el 2-2 anulado a Croacia por falta de Olic contra Julio César en el área chica.

Ésta última jugada demuestra que al lateral izquierdo del Real Madrid (como también ocurre con el lateral derecho del Barcelona) literalmente se le cae el arco encima con las diagonales a segundo poste.

De esta manera puede concluirse que si bien los de Kovac desnudaron a los de Scolari, fueron los de Felipao quienes finalmente sacaron petróleo del hoyo negro abierto en la zona de Modric y Rakitic.   

¿Por qué entonces Kovac amarró a Rakitic y a Modric? Con el talón de Aquiles de la Verdeamarelha al descubierto, uno hubiera esperado, digamos, el ingreso de un centrocampista de contención que le cubriera las espaldas a Modric para lanzar a Perisic y a Srna por derecha. En lugar de ello, los dos cracks croatas prácticamente pisaron las mismas zonas del terreno que dos contenciones tan poderosos físicamente como discretos técnicamente: Luiz Gustavo y Paulinho. Así lo arroja la comparación de los mapas de calor de una y otra dupla.

Resalta que los virtuosos croatas tuvieron un posicionamiento tan conservador como el de los destructores brasileños.

Otra vez ¿por qué entonces Kovac no liberó a sus contenciones? La hipótesis que a mí me convence más es que no era necesario adelantarlos. En otras palabras, Kovac necesitaba tener al cerebro y el corazón de su escuadra muy cerca de Pletikosa para invitar la subida de Alves y Marcelo. A sabiendas de que Rakitic y Modric saben soportar la presión y lanzar trazos con muchísima precisión, lo único que el estratega croata necesitaba era refrescar las piernas de los de arriba con meros cambios de hombre por hombre (por ello únicamente realizó dos sustituciones).

Sin embargo hay que decir que de los de arriba sólo Iván Perisic estuvo a la altura de las circunstancias. Croacia echó de menos a Mandzukic y pagó caro con los extraordinarios movimientos de Óscar el no haber ingresado a un escudero en la contención. Para los adversarios de Brasil queda la advertencia de que, si bien el Scratch tiene flancos débiles, se trata también de un pugilista de puños muy pesados.


miércoles, 30 de abril de 2014

Chelsea 1-3 Atlético: Mourinho inflexible y débil en defensa



  Una pésima lectura defensiva de José Mourinho le costó la eliminación a un Chelsea que este año no había escatimado en estacionar uno y hasta dos autobuses debajo de su arco con tal de asegurar victorias. Como nunca antes en la temporada, Mou pecó de inflexible y poco pragmático.

La equivocación original del portugués sobre el césped del Stamford Bridge fue no haber sabido lidiar con Adrián y Diego Costa como centro-delanteros. Acaso durante una década (o más), el fútbol europeo ha sido dominado por escuadras -ofensivas y defensivas indistintamente- que sólo alinean un solitario centro-delantero acompañado por extremos flanqueando sus costados en algunos casos, o por un media punta móvil en otros. ¿De qué forma marcaba pues el Chelsea a los delanteros del Atlético? ¿Mano a mano con Terry y Cahill? ¿O en dos contra uno agregando a Ashley Cole y a Branislav Ivanovic?

Lo visto durante el correr del encuentro apunta hacia la última cuestión: cuatro defensas blues marcaron en dos contra uno a un par delanteros rojiblancos. Como se aprecia en el diagrama de abajo, semejante disposición táctica arrojó una buena noticia y una mala noticia para Mourinho. La buena: Willian quedó libre de marca entre líneas (como se reflejó en el gol del 'Niño' Torres cuando el brasileño se proyecta al costado, arrastra la marca de Diego Godín liberando espacio para el ex goleador del Atleti). La mala: Filipe Luis y, sobre todo, Juanfran Torres, los defensas laterales colchoneros, quedaron libres de cobertura para sumarse al frente y agregar números al contragolpe.

Los círculos amarillos indican las zonas de marca: Godín y Miranda controlan a Torres; las medias de ambos cuadros se cancelan entre sí por igualdad numérica, pero el Chelsea en su cuadro bajo utiliza cuatro unidades para cancelar a dos, descuidando a los laterales enemigos.

Con cuatro para dos en el fondo, el Chelsea utilizó demasiadas unidades para anular a Costa y a Adrián, abriendo por lo tanto un boquete que aprovechó el jugador más valioso del encuentro: Juanfran, quien asistió con el toque final en dos de los tres goles para los del 'Cholo' Simeone. Aunque yo en un principio responsabilicé a Eden Hazard por las subidas de Juanfran, era Koke Resurrección a quien aquél verdaderamente debía marcar. De este modo, el belga estuvo abandonado a su suerte ante las equivocaciones de la dirección técnica del Chelsea.

¿Qué debió haber hecho el cuadro local entonces? Para mí, cambiar a una línea de tres retrasando a David Luiz a su posición original: tres contra dos en lugar del costosísimo cuatro contra dos en defensa. Cabe resaltar que los londinenses comenzaron a verse vulnerables desde el 1-1 de Adrián y, apenas comenzado el complemento, lo más importante era asegurar la meta de Schwarzer a riesgo de recibir un segundo, y fatal, tanto de la visita. Como finalmente ocurrió.



Mourinho, paradójicamente, alineó hasta cuatro centrales en su cuadro titular (Cahill, Terry, Ivanovic y David Luiz) y los blues en defensa fueron absolutamente un queso roquefort: no recuerdo haber visto antes a un equipo del lusitano alcanzado, remontado, y rebasado así.

Quizás ese cliché que reza que aquella escuadra que aglomera más delanteros no necesariamente es más ofensiva también aplique hacia aquellas que aglomeran defensas centrales para asegurar la defensa. Eso, para su mala fortuna, lo sabe ya José Mourinho.

domingo, 13 de abril de 2014

Liverpool 3-2 ManCity: Coutinho's tactical discipline key for success.


  Liverpool trumped Manchester City on a solid demonstration of inside penetration and offensive mobility. On paper, during the first half the Skyblues should have used the width of the pitch to reach target-man Dzeko trough the performance of Jesús Navas against old-school full-back Flanagan (and Clichy against Johnson to a lesser extent); instead, the work rate of Coutinho and Jordan Herdenson protected Liverpool's full-backs and opened up space for the offensive trio of Suárez, Sterling and Sturridge.

A lot of credit must go to Coutinho's tactical discipline as his continuous presence in front of Glen Johnson in the first forty five minutes created pockets of space ahead of him which were effectively used by Liverpool's strikers; most notably in Suárez's superb assistance to Sterling's opener first, and in the latter's cross to a poor definition by Daniel Sturridge a few moments later. Extolling the virtues of Suárez is indeed an easy exercise nowadays, but the resilience of Coutinho (who otherwise plays either as a classic winger or as a hard-working number 10) allowed the continued switching of flanks by the Liverpool attack and therefore made life a lot harder to Manchester City's back four.

Compare Coutinho's tackling vis-à-vis Samir Nasri; also observe the zone of the pitch where most of it was done. 

 

On the side of Manchester City, it's hard to tell how much the injury of Touré affected the overall pattern of the match in its first half. Numerically speaking, a midfield duo of the Ivorian and Fernandinho was going to suffer in the same measure as one of Javi García and the Brazilian because playing Navas, Nasri and Silva holds the promise of great football just as it guarantees poor ball-winning capabilities. The late first-half Dzeko runs outside the Liverpool box to try to collect the ball and build up play showed the Bosnian's plain frustration.

The match, however, was not only played and won in the first half. Aware of Man City's midfield quagmire, Manuel Pellegrini moved his bench to substitute James Milner for Navas. This tactical movement proved effective as Manchester City almost immediately began to win more balls isolating the Liverpool attack from the rest of the squad. As seen during the Champions League group match between the Citizens and Bayern Munich at the Allianz Arena, the effects of Milner's play on David Silva allow the Spaniard to work the channels and wreck havoc for the opposition full-backs; it then worked against Lahm, it worked today against Glen Johnson and permitted Pellegrini's guys to almost stage a Premier League title comeback.

Outplayed now, Sturridge's injury came as a good excuse for Rodgers to take Allen in, move Coutinho to the left wing, and settle Suárez as the lone striker with Steerling at his right flank. Although this change of course stripped Liverpool of their few remains of offensive mobility, it was nonetheless fundamental to weather Silva's soaring momentum in the midst of the second half because Rodgers now had a five-man midfield line able to park the bus.

Coutinho's winner after Kompany's blunder should be seen as a magnificent reward for the undisputable and silent man of the match. In a tactical sense, by that late winner Liverpool had already managed to cope with the Manchester City threat. Now it is just four matches those that stand between the Reds and their first title of Premier League history.

sábado, 22 de marzo de 2014

Respuesta a Martín del Palacio: 'La Liga Mx contra las demás'



  Hace más o menos siete años, cuando realicé el cambio hacia internet como medio de información básico para enterarme de fútbol, di con la columnas de Martín del Palacio en Mediotiempo.com. En resumen se trata de un gran periodista cuya labor me ha ayudado a ser un aficionado menos susceptible a quedar a merced de los juicios de la televisión en México. Y eso, hoy más que nunca, es de agradecerse.

Dicho eso, no puedo estar más en desacuerdo con su última columna, ‘La Liga Mx contra las demás’. En ella, del Palacio concluye que la Liga Mx no es la catástrofe que muchos queremos ver y que, más bien, debería vérsela como ‘nuestro jardín que, aunque descuidado y con bastantes hierbas malas, sigue dando buenos frutos.’ Unos párrafos más arriba él compara los escándalos de la Liga Mx con los problemas salariales que hay en España, las bancarrotas en la Premier, y el amaño de partidos en la Bundesliga. Y, como argumento final, utiliza un párrafo para decir que, en vista del nivel deportivo e infraestructura de clubes mexicanos y estadounidenses, ‘la MLS está bastante peor que la nuestra.’

Yo sí creo que la Liga Mx es una catástrofe cuyos graves vicios difícilmente se ven en las otras buenas ligas del mundo (incluida la MLS). Y la madre de todos esos vicios (multipropiedad, adeudos salariales, compra-venta de franquicias, pausas para hidratarse en partidos jugados a las 8 de la noche, gobiernos estatales y presidencias municipales usando dinero público en fútbol) es la falta de cultura del estado de derecho entre los dueños del fútbol mexicano.

El problema no es de formas (torneos cortos o torneos largos, con liguilla o sin liguilla, propietario único o multipropiedad, con promotores o sin promotores, empresa dueña o gobierno dueño o sociedad civil dueña, etcétera), el problema es de fondo: eso que yo llamo falta de cultura del estado de derecho, en otras palabras, es que el fútbol mexicano alguna vez se rija por reglas (las que los dueños manden y dispongan) y que los propios dueños se abstengan de violar y cambiar a discreción las reglas que ellos mismos establecieron.

¿A qué me refiero? Comparemos MLS y Liga Mx. En Estados Unidos la liga como ente participa de la gestión económica y deportiva de todos y cada uno de los clubes de la MLS: desde la más añeja franquicia de Red Bulls de Nueva York (con todo y su flamante estadio nuevo) hasta la más reciente de los Timbers de Portland. Entonces, viéndola superficialmente, podría argumentarse que la MLS es la tierra de la multipropiedad en su máxima expresión -hay una liga ‘todopoderosa’ que crea y controla los destinos de los clubes- y que en México el mal es por lo tanto significativamente menor.

Pero no es así porque la MLS está encargada de salvaguardar y equilibrar los intereses deportivos y económicos de sus clubes. Veamos el caso de la ‘expropiación’ de Chivas USA. Tras aguantar un vendaval de acusaciones de racismo contra Chivas USA por parte de la prensa estadounidense, la MLS decidió comprarle la franquicia a Jorge Vergara después de diez años de estadios vacíos, decepciones deportivas y usar al club de Los Ángeles como cementerio de elefantes (‘Bofo’, ‘Cubo’, ‘Chore’, etcétera) de Chivas de Guadalajara.  Fueron los aspectos deportivos y económicos -y no el presunto racismo que apareció en la prensa- los que forzaron a la MLS a ‘expropiarle’ la franquicia a Vergara.

La MLS hoy está buscando dueños para Chivas USA bajo tres condiciones: uno, que el equipo permanezca en Los Ángeles; dos, que se construya un nuevo estadio; y tres, que el candidato no posea ya otra franquicia de MLS (descartando así a Stan Kroenke, máximo inversor del Colorado Rapids).  La MLS, en resumen, está buscando evitar a toda costa los vicios del modelo mexicano.

¿Qué hubiera pasado si la Liga Mx hubiera puesto esas tres condiciones a, digamos, la compra del Atlas de hace algunos meses?

Desde luego la Liga Mx jamás actuará con semejante apego a estado de derecho porque los dueños carecen de ello en absoluto. Un día los federativos salen a decir que no habrá más multipropiedad (porque los dueños mismos lo acordaron reunidos) y al otro día Grupo Pachuca y Tv Azteca consolidan su propiedad sobre cuatro clubes de primera división en una liga de 18.

Y esto desde luego tiene graves consecuencias deportivas. ¿Cómo es que la selección de una liga tan pobre y tan paupérrima como la MLS lleva 20 años consecutivos clasificándose al mundial en primer lugar de una zona tan pobre y tan paupérrima como la Concacaf?

Que no se malentienda, escribiendo esto no estoy buscando traicionar a la patria ni vendérsela a los gringos. Yo sí veo en la Liga Mx una liga que en el mejor de los casos está condenada a vivir en la cerrazón y en el peor en la catástrofe.  El nuestro no es un jardín que, aunque descuidado y con bastantes hierbas malas, sigue dando buenos frutos; sino más bien uno cuyas malas hierbas se propagan a discreción en el abono de la falta absoluta de cultura del estado de derecho. Así al menos lo veo yo.

martes, 18 de febrero de 2014

ManCity 0-2 Barça: La posición de Busquets y el enigma Clichy

El Barcelona logró dejar prácticamente definida la llave a través de paciencia y cautela. Acaso sea este partido el signo de un nuevo Barça más eficaz y menos artístico. Del otro lado, Pellegrini apostó fuerte después de la expulsión de Demichelis y, entre mala fortuna y malas decisiones, su primera Champions como técnico de los skyblues casi que llegó a su final.

Ambos técnicos hicieron cambios respecto a sus alineaciones más tradicionales. El ‘Tata’ prescindió de un extremo (llámese Pedro o llámese Neymar) para ingresar a Cesc Fábregas hacia el flanco izquierdo de Sergi Busquets; Iniesta jugó por la misma banda aunque difícilmente puede decirse que fungió como extremo al conservar una posición de ‘sombra’ de Jesús Navas. El ‘Ingeniero’, por su parte, evitó el error que el Chelsea de Mourinho exhibió en la Premier (a saber: jugar con dos nueves clásicos más David Silva), y alineó al Canario como pareja de Negredo para ahorrarle al primero labores defensivas en las que ciertamente deja mucho que desear. A falta de James Milner, el chileno formó a Kolarov como volante y a Clichy como lateral en una decisión de graves, muy graves consecuencias.

¿4-4-1-1 contra 4-3-3? Como lo ilustra el reporte táctico de la Uefa que aparece abajo, es imposible hablar de formaciones porque en el caso blaugrana en particular el equipo deliberadamente estaba desbalanceado. Iniesta y Alba por izquierda buscaron contener el lado fuerte del City, el de Zabaleta y Navas, mientras Alexis y Alves intentaban cargar el lado flaco del rival: su izquierda. El Manchester City sí que lució un dibujo más simétrico.



La clave estuvo en las posturas de uno y otro club en el medio campo. Si Pellegrini se mantuvo firme en la dupla Touré-Fernandinho que en Inglaterra levanta acalorados debates sobre quién es el que ataca y quién es el que defiende, Martino dispuso de la versión más conservadora de Busquets. En el reporte de la Uefa, que refleja promedios de posición sobre el césped durante 90 minutos, los del City aparecen por delante de la línea de medio campo mientras Busquets a todas luces aparece por detrás.

El detalle no es menor: Busquets recuperó el balón con que Iniesta proyectó a Messi para la barrida de último hombre (y posterior expulsión) de Martín Demichelis. Hasta antes de quedarse en inferioridad numérica, el Manchester City jugó con una línea defensiva peligrosamente adelantada a invitación expresa de un Barça que esperó cautelosamente un contragolpe fatal.
Con diez, Pellegrini hizo cambios dignos de un estratega valiente jugando ante su afición. No obstante, creo que cometió un suicidio al restarle fuerza a su lado más vulnerable sacando a Kolarov y dejando sobre el terreno a Gael Clichy. Quizá el City pudo haber logrado el empate si Silva o el propio Clichy hubieran aprovechado mejor sus respectivas oportunidades frente a Valdés, pero la inyección de adrenalina a los citizens vino a expensas de abrir una autopista de cuota gratis para Daniel Alves. Tal vez Clichy y Kolarov defensivamente tengan la misma calidad, pero el francés es uno de los jugadores más apáticos que jamás haya visto en Champions League; y hoy Manuel Pellegrini corroboró el porqué la permanencia de Clichy dentro de la élite del fútbol es un enigma sin respuestas.

Levantar un 0-2 de visita en Camp Nou se antoja difícil porque el City debe salir por el juego y dejarle espacios a Lionel Messi, nada más y nada menos.