Mostrando entradas con la etiqueta Chepo de la Torre. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Chepo de la Torre. Mostrar todas las entradas

martes, 6 de agosto de 2013

Chepo ratificado: consecuencias tácticas.


    Finalmente, José Manuel De La Torre recibió el espaldarazo y entre mañana o el jueves publicará su convocatoria completa para el amistoso frente a Costa De Marfil, antesala de los cruciales choques contra Honduras y Estados Unidos por el hexagonal. ¿Qué esperar desde lo táctico a partir de dicha ratificación? ¿Cuál será el estilo de De La Torre para intentar vulnerar el ostión catracho en el Azteca y sorprender a los campeones de la Copa Oro en Columbus?

Continúa leyendo mi texto íntegro en Fútbol de Café haciendo click aquí.

viernes, 12 de julio de 2013

El salvavidas del Chepo se llama Chatón.


José Manuel De La Torre gusta defender su gestión diciendo que para él lo importante es el resultado y no el cómo lograrlo. Por más incomodidad causada por su visión resultadista, el argumento es legítimo (muy discutible, pero legítimo) y visto lo visto Chepo no cambiará a sabiendas de contar con el respaldo irrestricto de la Federación Mexicana.

Habiendo dicho eso, De La Torre debe reconocer al menos para sí mismo que los resultados no lo acompañan porque el Tri tiene una paupérrima producción de goles en lo que va del Hexagonal. Se debe ser pragmático, si el gol no llegará por generación de juego, entonces debe intentarse por pelota parada. Se vale: las jugadas de táctica fija premian al que sabe trabajarlas y reducen las distancias entre equipos grandes y chicos en el fútbol actual.

Y en este apartado México no cuenta con mejor jugador que el Chatón Enríquez. El “espolón” con que el contención de Chivas solucionó a primer poste un pésimo cobro de tiro de esquina para el gol de Raúl Jiménez ayer ante Canadá lo dice todo sobre su olfato dentro del área.

El recurso de Chatón ayer no es un evento aislado, durante Londres 2012 se encargó de anotar uno de los goles con que México superó los cuartos de final y, ya en semifinales, se volvió a colocar a primer palo para asistir a Marco Fabián en el gol del empate transitorio contra Japón. Enríquez también ha anotado con Guadalajara algunos goles a balón quieto valiéndose de su corpulencia y gran sentido de la orientación. Los siguientes clips lo demuestran:


Si De La Torre quiere acallar las críticas y abucheos que se ciernen contra su gestión debe comenzar a ver en la táctica fija su tabla de salvación en las eliminatorias mundialistas. Así, la presencia de Jorge Enríquez en la alineación titular de la selección mexicana luce más que justificada. Aunque el estilo del Chatón levanta polémica y controversia entre varios, lo cierto es que con el enfoque conservador que Chepo adopta para el mediocampo azteca Enríquez no lo haría peor que cualquiera de los contenciones usados durante el proceso.

Acaso ayer en el impresentable partido del Tri ante Canadá Chepo vio en un tiro de esquina su luz al final del túnel, ésa que le dice que Chatón podría ser el salvavidas que tanto estaba buscando.

domingo, 9 de junio de 2013

Selección Mexicana: ¡Es el medio campo, carajo!


 Desde hace algunas semanas, Tv Azteca usa el banco de datos de Opta Sports para seguir al Tri. Opta compila información tan pormenorizada como las áreas que pisan los 22 jugadores en un partido de fútbol, su tasa de efectividad en cuanto a pases, su efectividad en el aspecto defensivo y similares. El periodista británico especializado en táctica, Michael Cox, por ejemplo, se vale de Opta habitualmente para realizar sus brillantes análisis de la Premier League y más.

Azteca colgó en su página los datos de Opta respecto del Panamá-México del viernes pasado y lo primero en saltar a la vista es la notoria falta de dinamismo del medio campo azteca. Sí, cierto es que los diversos defensas laterales y extremos de los que se ha valido el Chepo en los últimos meses tampoco han sido ejemplos de libro de texto en cuanto a dinamismo se refiere; pero también es verdad que este vicio en el centro del campo exacerba el mal funcionamiento del resto del equipo. La media cancha es sin duda corazón y termómetro de cualquier equipo de fútbol.

Desgraciadamente, la dupla Zavala-Torrado en el pivote en Panamá casi que tuvo prohibido pisar tres cuartos de campo durante los 90 minutos. La siguiente gráfica ilustra incluso que tampoco fueron muy prestos a hacer el relevo defensivo para darle sorpresa al ataque mexicano permitiendo incorporar a los defensas centrales o laterales al frente:


Como consecuencia del enfoque conservador asumido por el doble pivote de De La Torre, únicamente Jesús Zavala intentó un disparo de media distancia en el transcurso del partido:




Sin embargo no son los disparos de media distancia la consecuencia más alarmante de la falta de dinamismo del centro del campo (para disparar finalmente estaban Aquino, Giovani y Guardado); la consecuencia más grave es la cantidad y la calidad de pases producidos por Torrado y Zavala:



Como se desprende de esta última gráfica, los mediocampistas de Monterrey y Cruz Azul prácticamente no intentaron asistir a zona de peligro en todo el juego. Tuvieron un porcentaje alto de pases completos sí, pero en su mayoría se trató de pases horizontales sin amenaza para los panameños.

Conclusión: el medio campo de la Selección Mexicana funge únicamente como barrera de contención y no como plataforma de lanzamiento. Esto es resultado de un enfoque conservador de parte de la dirección técnica según el cual los delanteros sólo sirven para rematar, los extremos sólo para desbordar, los contenciones sólo para obstaculizar y así sucesivamente. El fútbol mundial, sin embargo, evoluciona en sentido opuesto: el delantero también presiona, el extremo también recupera y el contención también dispara y asiste.

Si el enfoque conservador viene de la dirección técnica, es la dirección técnica la que debe retroalimentar y corregir los vicios tácticos de su once titular. De lo contrario el Tri seguirá padeciendo el Hexagonal y la presión colgará sobre José Manuel De La Torre cual espada de Damocles.

viernes, 7 de junio de 2013

¿El Tri del Chepo como la Grecia de Rehhagel?


 México está jugando las eliminatorias francamente mal. Al respecto se ha ofrecido este diagnóstico al cual suscribo: La Selección Mexicana está padeciendo el hexagonal porque básicamente De La Torre la diseñó para contragolpear. Así, México se bloquea cuando pasan los minutos y rivales como Estados Unidos o Jamaica permanecen encerrados en su ostra.

El que un equipo esté diseñado para contragolpear significa que su principio básico es esperar al rival (lo que por lo general quiere decir regalarle la posesión del esférico), robarle la pelota y llegar al área contraria en 2 ó 3 toques máximo. Es decir, un equipo contragolpeador es un equipo vertical.

El concepto no es malo: posiblemente en Copa Confederaciones le permitirá a México hacer partidos muy igualados ante selecciones que deberán llevar la iniciativa como Brasil jugando de local o como la nueva Italia de Prandelli. Quizá el Tri logre encuentros muy dignos, y quizá logre también algún resultado espectacular que cope los encabezados de los medios dándole a José Manuel De La Torre y a sus dirigidos ese aire fresco de confianza que urgentemente necesitan.

No obstante, jugar así es pisar al borde de un acantilado. 

¿Qué quiere decir esto? Que si, jugando de esta forma, México recibe gol primero, sus posibilidades de empatar o remontar son reducidísimas. Para fines prácticos, México aún no pierde en el hexagonal porque aún no recibe gol cuando el 0-0 prevalece en el marcador. El partido de hoy en Panamá puede ser una interesante, aunque no muy placentera, prueba de laboratorio.

Es evidente que el Chepo apuesta por este estilo ya que a priori permite jugar de tú a tú con la elite del fútbol mundial. Así se confirmó tras el título de Eurocopa que la Grecia de Otto Rehhagel levantó para dejar sin palabras a propios y extraños en 2004. En dicho torneo, a partir de cuartos de final Grecia jamás recibió el primer gol y por tanto un triplete de 1-0’s frente a Francia, República Checa y Portugal permitió a los helenos dar la vuelta olímpica en Lisboa.

Tras la Euro 2004, sin embargo, la Grecia de Rehhagel se desvaneció exactamente con la misma rapidez con la que irrumpió en el panorama futbolístico. Ver un juego de Grecia en la Euro ‘08, el Mundial ’10, o la Euro ’12 significaba ver a una simple caricatura de la escuadra campeona de Rehhagel. Equipos griegos rácanos, haciendo partidos indigeribles y apelando a la suerte para anotar en balón parado. Se empecinaron tanto en practicar ese fútbol de éxito, que cuando los otros equipos aprendieron a frenarlos se transformaron en caricaturas de sí mismos.

Jugando en Jamaica el Tri también apareció como una caricatura de sí mismo haciendo un partido indigerible y apelando a la suerte como sistema de ataque. ¿El Tri del Chepo como la Grecia de Rehhagel? Sí. Por ahora sí hay parecido.