viernes, 23 de marzo de 2018

Inglaterra contra el mundial de Rusia: la tormenta que viene


En un mundo normal, la comparación ratificada públicamente por el ministro del exterior británico, Boris Johnson, entre los Juegos Olímpicos de Berlín 1936 y la Copa del Mundo de Rusia 2018 hubiera sonado bastante subida de tono. Y es que usar la imagen de Hitler para referirse a Vladimir Putin desde un cargo tan importante en un gobierno tan influyente es todo excepto diplomacia y oficio político.

De varios meses para acá, difícilmente pasa un día sin que aparezca publicada en la prensa inglesa al menos una nota cuyo objetivo es Rusia y su presidente. El escándalo más reciente recopilado por igual entre tabloides y medios más formales, como la BBC, Sky News o The Guardian, es el envenenamiento de un agente doble, Sergei Skripal, quien solía servir a la inteligencia británica y rusa, junto con su hija en Salisbury, suroeste de Inglaterra.

Londres acusa a Moscú y Moscú desmiente a Londres en una guerra virtual en la cual prensa y redes sociales han ocupado el rol que antaño correspondía a cónsules y embajadores. De hecho, personal diplomático de ambas naciones ha sido expulsado paulatinamente y por ello no sorprende que Johnson haya comparado a Putin con Hitler sin causar mayor revuelo entre la comunidad internacional.


El Paraíso de los Gángsters: el crimen organizado se adueñó de Rusia.


La "rusofobia" (así bautizada por el gobierno ruso) que impera entre gobierno y medios de comunicación británicos no es algo completamente nuevo. El caso Skripal efectivamente evoca tanto a aquellas películas más viejas del 007 donde James Bond antagonizaba con agentes de la KGB comunicados directamente con el Kremlin, como aquellas más nuevas donde Rusia es presentada siempre como un paraíso de oligarcas y mafiosos. La tensión actual demuestra que la realidad supera a la ficción.

Sin embargo, esta vez la situación preocupa de verdad porque se puede pasar de una simple lucha de tinta y saliva entre políticos y periodistas a una de sangre y sudor entre hinchas y policías en Rusia 2018. Las imágenes de zafarrancho y violencia luego del Rusia-Inglaterra en Marsella, Francia, el 11 de Junio del 2016 luego de un empate a unos entre ambas selecciones por la Eurocopa de fútbol amenazan con replicarse y tener aún más repercusiones ya que el Reino Unido inmediatamente recriminará al anfitrión del torneo.

Casi 100 mil ciudadanos británicos adquirieron boletos para los partidos de Brasil 2014 mientras que ahora, según el propio Johnson, solamente harán el viaje aproximadamente 25 mil. La FIFA, por su parte, fue "afortunada" en el sorteo ya que las selecciones de Rusia e Inglaterra difícilmente se enfrentarán entre sí en el mundial. Además, la escuadra liderada por el goleador Harry Kane y dirigida por el estratega Gareth Southgate no jugará en ciudades rusas con hinchadas radicales como Moscú o San Petersburgo... al menos durante la primera fase.

A diferencia de otros mundiales u olimpiadas, Rusia 2018 está cargada con pólvora política y mediática ya que el Reino Unido ha alzado el estandarte de la cruzada contra Putin que durante años alzó el gobierno de los Estados Unidos. Los canales diplomáticos están deteriorados, (aunque no completamente rotos), y desafortunadamente hay que prepararse para la tormenta que viene.

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