Marcelo Gallardo pasó de moda y no lo sabe. El 'Muñeco' metafóricamente es de madera en una época en que todos prefieren jugar FIFA.
Quizás en otro tiempo a él le hubieran dado la
selección y no a Sampaoli. Fue un tipo con clase sobre el césped, jugó mundiales y la
rompió con la camiseta de River Plate. Como DT, se forjó en Nacional de Uruguay
antes de volver a casa y ganarlo todo en Sudamérica.
Gallardo es un
anacronismo, es cosa del pasado. Quien vio jugar a su escuadra sabe que practica
su fútbol en función de un de grupo que ha cambiado según salidas y según
llegadas. Viéndolo bien, jamás le darán el seleccionado argentino mientras el
discurso mediático imperante siga siendo que en Argentina hay uno solo que es
muy bueno y a quien los demás deben hacer feliz cueste lo que cueste.
Sampaoli sabe de fútbol, pero también sabe comunicarse a
través de los medios y retroalimentarse de ellos. Pertenece a una nueva
generación de directores técnicos que logran persuadir a sus dirigidos menos
por su experiencia como jugadores (si acaso la tuvieron), y más por el tema cuasi
pedagógico.
En su última etapa como presidente del América, Ricardo
Peláez llegó a describir a Ricardo Antonio La Volpe como un 'entrenador que
sabe mucho aunque ya le cuesta darse a entender'. Ahora para ser técnico hay que saber llegarle a los futbolistas millenials.
Otros dos representantes de esta vanguardia serían el
colombiano Juan Carlos Osorio y el español Roberto Martínez, seleccionadores de
México y de Bélgica. Martínez tuvo un paso por la Premier League más bien
decepcionante, pero logró embolsarse a toda la prensa de su país. En una gran movida de community
management, incluyó como auxiliar suyo a Thierry Henry. Aunque Tití ni sea belga ni tenga experiencia previa.
Quien piense que Osorio no sabe conducirse mediáticamente, en
vista de la pésima prensa que tiene en México, no sabe a qué prensa dirige sus
mensajes. En su paso por el Inter de Milán, José Mourinho se echó
encima a los periodistas italianos porque siempre dirigió sus respuestas a otros periodistas.
Cuando acabe Rusia 2018, Osorio tendrá ofertas de trabajo,
seguramente en correos electrónicos escritos en inglés.
La posmodernidad en los banquillos tiene cosas
buenas y malas: ya no es necesario haber sido futbolista reconocido para ser DT,
por un lado. Por el otro, sin embargo, ya es necesario tener buena prensa (para lo cual es necesario saber hablarle a la prensa... o tener conexiones en la prensa).
La Volpe inició un experimento fascinante: usa Twitter y
graba sus propios videoblogs explicando en un lenguaje sencillo el fútbol
desde una perspectiva histórica como alternativa al discurso mediático
imperante. Está pues resistiéndose a la posmodernidad. Gallardo,
manejando a un grupo, también resiste.
Aguante, Muñeco.
Hoy tenemos un nuevo video en Bigovlog. Esta vez un tema que pedían mucho y que me siento contento de compartir: La Selección de La Volpe. https://t.co/AcSYW9PGOy— Ricardo A La Volpe (@RicardoLaVolpeG) 8 de noviembre de 2017
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