sábado, 30 de junio de 2018

Messi o el dilema de Spiderman


El parteaguas para Peter Parker fue la muerte del Tío Ben. Ese Ungranpoderconllevaunagranresponsabilidad nada significaba para aquel joven que contaba el dinero conseguido usando sus súper poderes como peleador de lucha libre mientras un malhechor le pasaba por un lado.

Nunca fue recriminado por lo que ocurrió después, pues nadie observó lo que pasó. Sin embargo, su consciencia le mostró la responsabilidad abdicada y de ahí en más se explica su lucha en favor de los desprotegidos, aún a costa del dinero e incluso a costa del amor. La práctica del talento consiste en servir a los demás. Así nació Spiderman, el súper héroe sin privilegios.

Jugar de falso nueve, como en los tiempos de Pep, qué puede salir mal, seguramente pensó Leo mientras N'Golo Kanté le pasaba por un lado conduciendo el balón en la jugada que culminó en el lapidario cuarto gol de los franceses. Todo salió mal.

A él nadie se lo va a recriminar, pues las repeticiones jamás muestran sino al zaguero gambeteado y al guardameta vencido. Nadie nunca observa el comienzo de las acciones, pues ahí solamente aparecen las miradas perdidas y los pies sin rumbo.

"Con un gran poder viene una gran responsabilidad." Disponer al todo en función de una sola de sus partes implica que la parte en cuestión (con y sin balón) haga tanto o más que las demás. Tácticamente hablando, el falso nueve al estilo blaugrana involucra jugar con los zagueros tan adelantados que la presión del nueve, la punta de lanza, ante la salida rival es crucial.

De lo contrario, cualquier pelota filtrada es peligro de gol.


Estadísticamente hablando, Leo siempre fue el que menos corrió y el que más caminó entre aquellos de sus compañeros que disputaron completos los cuatro partidos que duró la participación albiceleste en Rusia 2018. "Es que a los privilegiados hay que privilegiarlos."

No obstante, saliendo de cambio en todos los partidos, Griezmann siempre corrió más que el diez.

Mientras este juego permanezca analizado desde las repeticiones de los goles, Messi únicamente será observado haciéndolos a favor y nunca permitiéndolos en contra.

Alguna vez un periodista le preguntó a Iván Rakitic por su opinión sobre su propio esfuerzo encaminado a permitir al astro argentino rondar furtivamente los linderos del área enemiga. "Lo hago con gusto, dado que él es el mejor de la historia," contestó.

Si yo alguna vez tuviera el gran poder de entrevistarlo a Leo, le haría una pregunta nada más. ¿Sabes cuál fue el lema del Tío Ben?

jueves, 28 de junio de 2018

Qué bueno que el Fair Play eliminó a Senegal


En cuestión de escasos minutos, el espigado delantero senegalés M'Bayé Niang estampó la palma de su mano sobre el rostro del defensor japonés Gen Shoji y con su codo fracturó el tabique nasal del compañero de Shoji, Makoto Hasebe.

Hasebe resistió la hemorragia y volvió al césped para protagonizar el merecido empate de Japón.

Según las reglas del juego de la FIFA, la imprudencia en la disputa del esférico se castiga porque compromete la integridad física del jugador. A Niang debieron expulsarlo por imprudente (no por alevoso) y por reiterativo, pero permaneció sobre el rectángulo verde y Senegal casi se sale con la suya.

Hace algunos años, jugando para el West Ham contra el Manchester City, Cheikhou Kouyaté, también seleccionado senegalés, casi le fractura el pómulo al español David Silva. Al igual que con Niang, no hubo intención de lesionar, pero sí hubo imprudencia.

Silva debió abandonar el terreno encamillado y conectado a una máscara de oxígeno.


Las estadísticas lo confirman: el conjunto africano fue el más violento del Grupo H de la Copa del Mundo. Ante Polonia fueron 15 faltas por ocho de los polacos y ante Japón fueron 14 por ocho de los japoneses. Solamente los colombianos, que también pegan mucho, fueron capaces de empatar a los senegaleses en el marcador de faltas: 15 contra 15.

¿El resultado? El peor partido de lo que va del mundial.

Cuando un equipo es reiterativo en las faltas, por supuesto cabe dudar razonablemente si la brusquedad es parte de su estrategia y de su táctica. No solamente se trata de detener el partido y de cortar el ritmo del rival, sino que también es cuestión de intimidación psicológica o provocación de más violencia.

Recuerdo bien, cómo no, al estratega senegalés, Aliou Cissé, como un valeroso zaguero central al lado del igualmente aguerrido Ferdinand Coly durante el mágico mundial de Corea y Japón 2002. La forma en que las rastas de ambos ondeaban al viento al correr justificaba el mítico apodo de "Leones de la Teranga".

Y es que aquellos leones eran todo pundonor, hombría, elegancia y lealtad. Aquel Senegal me enamoró y yo esperaba una versión similar en Rusia 2018. Ocurrió todo lo contrario y qué bueno que el Fair Play los eliminó de una vez.

miércoles, 27 de junio de 2018

Suecia contra la ciencia del fútbol


Una de las mejores películas que he visto en toda mi vida es sueca. En Fresas Salvajes (Smultronstället), dirigida por el legendario Ingmar Bergman, se narra el drama de un anciano científico de gran renombre, el doctor Isak Borg, quien una noche sueña con su propia muerte.

"Mi vejez es más bien solitaria. He llevado una vida de arduo trabajo, y estoy agradecido. Todo lo que comenzó como esa batalla cruel por el pan y la mantequilla ha terminado en un amor sincero por la ciencia," escribe Borg en su diario antes de irse a la cama y sufrir la pesadilla que lo hace despertar a su terrible soledad.

Así pues, el viejo doctor decide hacer su ego científico a un lado en pos de reconciliarse con los suyos y lograr darle sentido a su existencia antes de que sea demasiado tarde.

La "lección Borg", en lo futbolístico, la entendió el seleccionador alemán Joachim Löw, precisamente en la inútil victoria del depuesto campeón del mundo contra la misma Suecia. Teniendo el reloj encima, Löw hizo a un lado sus sofisticados discursos tácticos y metió al corpulento delantero Mario Gómez para vérselas con los zagueros escandinavos en esa batalla cruel por el pan y la mantequilla dentro del área.

                                               

Y es que, durante los últimos años, el sofisticado discurso científico de la táctica pareciera haberse adueñado del fútbol. Pareciera que aquel que no habla el lenguaje del "falso nueve", de las "transiciones" o del "juego posicional" no tiene lugar (o no debería tenerlo) en la mesa de la conversación de este deporte.

A final de cuentas, no solamente la Alemania de Löw, sino también los equipos más exitosos de la última década, tanto a nivel de selecciones como de clubes, han articulado narrativas complejas que hacen pensar que cuando saltan al campo ya van ganando dos a cero. En esas estábamos, cuando apareció la Suecia ya sin Zlatan...

Una Suecia que practica un fútbol practicable por cualquier equipo de amigos, compañeros de clase y colegas de trabajo en cualquier liga dominical de cualquier parte del mundo. Es uno en la portería, son cuatro atrás, cuatro en el medio y dos adelante. No hay ciencia más allá de eso.

Los holandeses semifinalistas del mundial pasado intentaron jugarles al Totaalvoetbal y acabaron eliminados a las primeras de cambio. Los italianos intentaron jugarles al Catenaccio y ahora están viendo el mundial por televisión.

Contra todo pronóstico, Suecia pasó a segunda ronda en su primer mundial en más de una década siendo el mejor equipo del grupo de la muerte y jugando el fútbol más simple de todo el torneo. Por ahí alguien mencionó que Suecia salió subcampeón de su propio mundial en 1958...

Justo el año del estreno de Fresas Salvajes, y de la historia del doctor Borg.

martes, 26 de junio de 2018

Suecia: breve disección en tres puntos



1.- Juegan al 4-4-2 y jamás modifican. A veces, la FIFA erra el parado táctico de las selecciones y los mapas de calor suelen exhibir la diferencia entre el parado supuesto y el parado real. Con Suecia, la FIFA siempre acierta.

                                         

¿Por qué no cambian nunca? Porque jugar con dos nueves de área garantiza situaciones de mano-a-mano en ataque contra los zagueros rivales en líneas de cuatro. Basta un balón aéreo para generar peligro, como se evidenció en el gol que Toivonen le metió a Alemania pese a la marca de Jerome Boateng.

2.- Atacan más por el costado derecho que por el izquierdo. Aunque teóricamente los suecos tienen más calidad individual en su banda izquierda, la banda del Emile Forsberg de la Bundesliga y del Albin Ekdal de la Serie A, de hecho fue el volante diestro Viktor Claesson quien asistió a Toivonen.



¿Por qué Claesson es, tácticamente, más peligroso que Forsberg? Porque, jugando por izquierda pero siendo diestro natural, Forsberg siempre conduce hacia dentro, donde hay menos espacio. Claesson, del Kuban Krasnodar ruso, también es diestro, pero jugando por derecha consigue generar más espacios desde donde alzar servicios al corazón del área (es el 7% del diagrama de arriba).

3.- Su hombre de seguridad en mitad de campo es Sebastian Larsson del Hull City. Mientras Ekdal es capaz de tirar pases más ambiciosos, Larsson brinda seguridad en el hemisferio derecho de la zona medular (total de 30 pases ante Alemania, con 87% de efectividad)


¿Por qué Larsson es tan importante? Siendo con mucha diferencia el escandinavo que más tocó el balón ante los teutones, cabe resaltar que la mayoría de sus toques son pases hacia atrás (para el zaguero diestro Mikael Lustig, ocho) o pases horizontales (para Ekdal, seis). Larsson es el eje sueco.

Así que...

¿Debería entonces Juan Carlos Osorio jugar con un esquema de tres centrales similar al que Nigeria utilizó para desarmar el 4-4-2 de Islandia? ¿O debería repetir su 4-2-3-1 incluso a expensas de quedarse mano-a-mano atrás, con la ventaja de tener a Héctor Herrera sobre Larsson?

lunes, 25 de junio de 2018

Si Sampaoli pudiera nacionalizar argentino a Vidal...


Rusia 2018 está significando el regreso del 4-4-2 contragolpeador al panorama internacional. Desde Portugal de CR7 y Guedes hasta México de 'Chicharito' y Vela pasando por Suecia de Toivonen y Berg, pareciera que los técnicos ya no saben cómo neutralizar este sistema.

Como seleccionador de Chile, Jorge Sampaoli fue un gran descifrador del cuatrocuatrodós. Utilizaba dos puntas bien abiertos (jamás un nueve de área), Alexis Sánchez y Eduardo Vargas, a fin de generar situaciones de mano-a-mano con los defensas laterales rivales, mismas que también podían convertirse en mano-a-mano con los zagueros.

Sampaoli nunca usó un nueve de área porque el nueve de área era Arturo Vidal. El hoy mediocampista del Bayern Múnich explotaba esa tremenda capacidad física arribando sorpresivamente desde la línea media para rematar libre de marca. La Copa América 2015, por ejemplo, fue una cátedra del 'Rey Arturo'...

... quien además era capaz de balancear a la escuadra andina regresando a posiciones defensivas sin el balón. El sistema de Sampaoli era ultraofensivo, pues tanto Sánchez y Vargas podían ingresar al área aprovechando las subidas por afuera de Jean Beausejour y Mauricio Isla. De este modo, Vidal era la clave, el eje central del equipo.

En su reporte táctico de Brasil 2014, la FIFA registró el rol de Vidal como número ocho.
¿Quién lo hubiera imaginado? Ahora con Argentina, el calvo seleccionador carece de ese todocampista capaz de conectar la media con la delantera. En Rusia ha intentado que Lucas Biglia y Enzo Pérez cumplan el rol de Vidal, aunque Vidal -en esa función específica- es el mejor jugador del planeta.

Óscar Tabárez con Uruguay ya se dio cuenta que la mayoría de las selecciones mundialistas usan el cuatrocuatrodós; y contra Rusia intentó solucionar el acertijo colocando a Rodrigo Bentancur en la posición de diez, detrás de Suárez y Cavani. Ciertamente el experimento resultó, aunque la falta de trabajo defensivo de Bentancur la compensó Cavani poniéndose a defender.

¿Qué hará Sampaoli? En la banca tiene a Banega, un buen jugador pero muy falto de la agresividad que caracteriza al chileno. Encomendado al cuatrocuatrodós, Sampaoli como seleccionador argentino está reducido a eso: a ser un mero seleccionador de nombres y no un estratega.

Cuántos problemas no sería capaz Vidal de solucionarle a Sampaoli en este momento tan complicado...

domingo, 24 de junio de 2018

Santiago Arias: ¿revelación colombiana?


Antes del arribo de Falcao y de James Rodríguez al fútbol europeo, los jugadores de Colombia con más cartel internacional eran un par de laterales: Juan Camilo Zúñiga y Pablo Armero.

Ambos jugaron en aquel Napoli dirigido por Walter Mazzarri que de a poco recuperó el prestigio del club tras vagar por las Series B y C durante años. Mazzarri los colocaba como laterales-volantes en una zaga de cinco hombres y así logró acomodar a Edinson Cavani, Ezequiel Lavezzi y Marek Hamsik adelante.

El sistema resultó un éxito, pues permitía a los atacantes asociarse por el centro del campo sin descuidar los costados. Incluso Antonio Conte imitó el esquema con su Juventus y se lo llevó consigo al Chelsea, donde salió campeón de la Premier con Marcos Alonso y Víctor Moses como los equivalentes de Zúñiga y Armero.

Juan Camilo Zúñiga era fundamental en el esquema de Mazzarri, imitado por Conte.

Sin embargo, la línea de cinco atrás en ocasiones puede estorbar el funcionamiento ofensivo de una escuadra si se considera que, incluso con la subida de los laterales-volantes, jugar con tres zagueros significa echar en falta a un mediocampista o a un delantero en zonas del campo más peligrosas.

De esto mismo se percató tanto Conte como su sucesor en la Vecchia Signora, Massimiliano Allegri. Si el primero resolvió el acertijo transformando al lateral español César Azpilicueta en un zaguero central, el segundo lo resolvió haciendo lo mismo con el brasileño Alex Sandro.

Así, jugando con un lateral en la posición de central, se puede conservar la solidez de la línea de cinco en fase defensiva y la versatilidad de una línea de cuatro en fase ofensiva. De hecho, en la derrota contra Croacia, Argentina intentó el experimento usando a Nicolás Tagliafico como lateral-zaguero junto con Nicolás Otamendi y Gabriel Mercado.

Ante Colombia, Polonia hizo lo mismo con el zurdo del Borussia Dortmund, Lukasz Piszczek; pero este se quedó anclado a la línea de zagueros, lo cual hizo al equipo europeo verse tan mal como la propia Argentina. Por ello resalta que Santiago Arias haya jugado como lateral-zaguero rindiendo al mismo nivel de Azpilicueta o de Alex Sandro en sus mejores momentos.

Colocando a Arias en la misma línea que Yerry Mina y Davinson Sánchez, Pékerman logró sacar lo mejor de Juan Guillermo Cuadrado (quien no debió salir de cambio contra Japón). Además, la Selección Colombia pudo formar por lapsos una línea defensiva de cinco hombres para darle libertad a Juan Quintero, a James y a Falcao en zonas centrales aprovechando contragolpes.

Gracias al aporte de Arias en los roles simultáneos de defensa central y defensa lateral, Colombia logró jugar con la jerarquía táctica de una escuadra italiana. No sería sorprendente verlo dejar el PSV de Holanda y seguir la estela de Armero y Zúñiga en la Serie A.

sábado, 23 de junio de 2018

Mexico's one concern: the lack of aggression by both of their full-backs


 One of the most heated debates between Juan Carlos Osorio and his critics revolved around his insistence on using center-backs at the full-back spots along a four-man defensive line: Oswaldo Alanís, Carlos Salcedo, Edson Álvarez and the like.

Although this relieves wingers like Hirving Lozano and Jesús Manuel Corona from defensive duty, it certainly reduces the number of offensive options against packed defenses. Consider, for instance, the 1-1 draw at Estadio Azteca against the United States in which Bruce Arena deployed a five-man defensive line.

In a certain sense, El Tri's second group game at the World Cup against South Korea was always going to be a typical Concacaf qualifying game. Mexico would dominate possession while the opposition would sit back and launch long balls on the counter.

Six minutes into the first half, Miguel Layún found himself in an one-on-one situation against Korean left full-back Kim Mimwoo. Layún dribbled time and again, waiting for Edson Álvarez to make an overlapping run which never arrived. At the end of the game, Mexico's two goals were produced by quick and ruthless counterattacking rather than by elaborate and wide playmaking.

It is telling that the Mexican left full-back, Jesús Gallardo, who is renowned for his aggression as a winger playing for Pumas UNAM, is yet to make his first cross of the tournament having featured in both the Germany and South Korea matches. The following heat map illustrates how conservative Osorio's approach remains in terms of the role of his full-backs, either in a 4-3-3 or a 4-2-3-1.

                                          

Of course the issue of lack of aggression by the full-backs is now just a minor detail as Mexico has found an impressive counterattacking system that is wrecking havoc in Russia. Yet, mentioning it is still important, because it should remind us that Osorio is now being deservedly praised for the same tactics for which he received much abuse in the past.

As things currently stand, Mexico finally have found a style of play which has its big pros and just little cons.